-¿Qué? ¿Pero qué dices? - Me quedo muy sorprendida por la manera en la que me responde.
¿Enserio está celoso?
-Lo que has escuchado - Gira la cara, mirando hacia el frente mientras vuelve a dar otra calada al cigarro. Suspiro pasando las manos por mi cara. Hace un poco de frío y tengo la piel erizada, pero no digo nada.
-Dave, eres un imbécil.
-¿Y me insultas ahora? Eres tú la que ha estado zorreando con mi amigo.
En el momento en el que siento que me falta el respeto, golpeo su cara con mi mano. Abre la boca, sin decir ninguna palabra. Observo en sus ojos que siente que no ha estado bien, pero las palabras ya las ha soltado.
-¿Qué coño te pasa? - Mi voz sale elevada. Sin importarme que realmente es de madrugada y podría escucharnos cualquiera - No he hecho nada como para que digas esa mierda.
Se incorpora tirando el cigarro y se acerca a mí de frente, obligándome a levantar la cabeza para verle los ojos.
-Y los bailecitos ahí dentro, se te ha olvidado completamente que le gustas y ha aprovechado para tenerte bien cerca - Lo ha visto. Trago saliva - y bien que te tenía abrazada cuando he llegado, ¿Era necesario, enserio Brooke?
-Estas celoso porque dentro he hecho lo que tenía que hacer y aquí me ha ayudado porque si no te has dado cuenta... ¡No puedo andar! - Alzo mis manos molesta.
-No estoy celoso.
-¡Claro que sí! Reconócelo joder, no pasa nada - Suspiro mirándole. Él bufa, revolviendo su pelo sin mirarme.
-Joder, ¡claro que sí lo estoy! pero porque parece que está siempre en el puto medio - Señala hacia donde se ha ido. Mi risa nerviosa se escapa - ¿Te hace gracia acaso? Esto es cojonudo.
-Sí, me hace gracia que porfin lo hayas admitido - Me quedo en silencio, con una sonrisa de oreja a oreja. Las palabras de antes no se han olvidado, pero esto ha conseguido cambiar mi humor.
-Creo que daba igual que lo admitiera o no... Se nota, ¿No? - Él también parece más relajado y da un paso más cerca de mí. Asiento en modo de respuesta a lo que ha preguntado.
-¿Podéis parar ya de discutir y dar voces en medio de la calle casi a las cuatro de la mañana? - Mady interrumpe la conversación. La miro y se encuentra con los brazos cruzados. También miro a mi hermano, cuya cara se encuentra bastante seria, observando a su compañero.
-El coche está ya, vamos - Me bajo del pequeño muro sin apoyar el pie. Dave no dice nada pero siento sus manos rodear mi cintura. Agarro su brazo mientras camino como puedo hasta el coche conducido por Steve. Will está sentado en el copiloto esta vez, cosa que agradezco. No están los cosas demasiado bien como para tensar más la cuerda.
-Somos cuatro y en el coche de Steve sólo hay sitio para tres - Informa Dave, haciendo el amago de soltarse. Mi mano, instintivamente, vuelve a agarrarle negándole la lejanía.
-Soy el tercero en discordia... Dejo sitio a las parejitas - Will habla en lo que parece un leve tono burlón y sale del coche. Miro a Dave, cuya cara me deja saber que, si no se tratara de su amigo, ya le habría golpeado más de una vez. Al pasar a mi lado, me sonríe - Espero que no sea nada... Descansa y ponte hielo, diablesa - Sonrío y murmuro un leve gracias. No mira a mi acompañante cuando camina hacia el coche que acaba de llegar con las chicas y el otro gemelo. Escucho un bufido por parte del tatuado y acaricio su cintura.
-Venga, adentro, que es para hoy - Chris se sienta de copiloto y Mady nos deja entrar a nosotros primero. Dave acaba sentado en el medio de ambas. Hay un completo silencio a excepción del gemelo que tararea una canción que suena con un hilo de voz de la radio.
