Un pequeño regalo, por la espera por el anterior capitulo.
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-Pero si es la despistada - Su voz tiene un tono diferente a la de ayer, aunque su mirada y sus gestos son igual de toscos y duros. Su pelo está ligeramente despeinado y un cigarro ocupa un lado en su boca. Al dar una calada veo como sus manos, al igual que su cuello, están completamente dibujadas.
-¿Buscas a Christopher? - Murmuro agarrando el pomo de la puerta. Él eleva una ceja y asiente lentamente. Mis piernas tiemblan ligeramente al escuchar la voz de mi pequeño hermano en el salón - Ahora sale, voy a avisarlo - Hago el amago de cerrar la puerta pero su pie se interpone en el camino.
-Es de mala educación no dejar pasar.
-¿Quién es, Brooke? - Noto la mano de Cole en mi espalda y lo miro de reojo. Ahí es cuando ve al chico de la puerta. Su cara pierde la sonrisa y sale corriendo a la habitación.
-Es mejor que esperes fuera - Lo miro. Él vuelve a centrar su vista en mí, ya que se había quedado mirando a mi hermano.
-Dile a Christopher que va diez minutos tarde - Tira el cigarro al suelo y lo apaga con el pie. Miro su ropa. Sus pantalones son oscuros con algunas zonas rasgadas. Su camiseta, del mismo color se ajusta a su cuerpo.
Me doy un golpe mental y asiento antes de cerrar la puerta.
Una vez está cerrada, vuelvo a sentirme un poco más protegida. Sin miedo. Escucho la puerta abrirse y camino hacia allí.
-El chico de ayer ha vuelto a por ti - Lo miro mientras revuelve su pelo con una toalla. Ya está vestido, también de negro entero. "Será una constante ese color" - No quiero que venga aquí, a Cole le da miedo...
"Y a mí también"
-Tranquila, Dave quedó en pasar a por mí hasta que me den el coche para los transportes - Da un beso en mi frente y entra a la cocina. Lo escucho hablar con Cole mientras mi mirada viaja hasta la ventana. Desde allí puedo ver al tal Dave, apoyado sobre la barandilla fumando. Sus hombros son bastante anchos, parece que se ejercita bien.
Veo como suelta las cenizas hacia la planta baja. Su cabeza se gira hacia un lado mientras fuma. Percibo el humo ligeramente grisáceo escapar entre sus dientes.
Parece que nota mi mirada porque se incorpora y se gira. Soy bastante rápida y doy la vuelta yendo a la cocina.
-No me gusta ese chico.
-Dave parece buena gente, los últimos trabajos que hice han sido con su ayuda y todo salió bien, es muy profesional - Me cruzo de brazos apoyándome en la puerta - Pequeñaja, confía en tu hermano - Cuando acaricia mi mejilla no puedo evitar sonreír y abrazarle. Siento las manos de Cole rodearnos y río.
-Abrazo de tres - Su voz risueña me hace sonreir al acariciar su pelo.
-¡Vamos Jones! - La voz de Dave nos separa.
-Tengo que irme ya - Nos da un beso a cada uno y sale. Escucho la puerta abrirse y el sonido que hace al cerrarse. Cole se sienta con un vaso de leche y unas galletas que compramos ayer.
Un impulso me hace caminar fuera y asomarme a la barandilla. Veo a los dos chicos bajar en silencio y el desconocido abre la puerta. Levanta la mirada y sus ojos, en la distancia, encuentran los míos. Niego leve y miro a mi hermano, que percibe mi mirada. Me sonríe, despidiéndose con la mano, y entra al coche. Dave hace lo mismo y el rugido del coche se pierde veloz por la calle.
-Hola jovencita - Doy un pequeño salto y me giro. Dorothea está asomada a su ventana con una taza de café.
-Hola señora.