Nos quedamos en silencio hasta que la puerta se cierra. Miro a Dave, que me observa en silencio.
-Ya le has oído - Eleva los hombros acercándose a mí. Suspiro abrazándole de la cintura.
-Gracias por la noche de ayer... te... - Paro. Paro antes de que se me escape la palabra. No quiero echarlo todo a perder dando ese paso y que salga huyendo porque no sienta lo mismo.
Las palabras "te quiero" en cualquier película o novela hacen que el hombre salga corriendo. No quiero ser una más. Trago saliva dándole un beso. Trato con todas mis fuerzas que ese sentimiento se mantenga única y exclusivamente para mí. Sí. Creo que lo siento. No. Estoy segura de que lo siento, pero no será hoy el día que él se entere. Mejor que nunca. Estamos bien así.
-No me des las gracias, preciosa - Acaricia mi pelo - Vamos, pequeña - Entrelaza sus dedos en los míos y salimos. Mi corazón quiere explotar. Mi boca quiere gritarle. Mi estómago no para de dar vueltas emocionado. La manera en la que me trata, me ilusiona aún más. No me siento preparada para que en algún momento esto acabe. Sea lo que sea.
De día el lugar es aún más bonito. Se escucha el sonido de los pájaros y el viento mueve las hojas de los árboles. Camino, siguiéndole. Admiro su espalda, como los músculos se contraen mientras camina. No puede estar más bueno. Nunca había visto a nadie que me atrajera de la misma manera que él. Admiro su cara. Su mandíbula también está apretada, no sé porqué.
-¿Quieres una foto? - Abro mi boca al escuchar su risa. Se para y provoca que choque contra su cuerpo de manera repentina.
-¿Qué dices?
-¿Qué qué digo? - Lo miro mientras agarra mi mandíbula. Sus dientes atrapan su labio inferior mientras me escanea con la mirada - Que no puedo concentrarme en nada si me miras de esa manera.
-No te estaba mirando de ninguna manera - Susurro e instintivamente mi cuerpo reduce el espacio entre ambos. Siento los latidos de mi corazón alterar su ritmo calmado.
-Eres una despistada mentirosa - Susurra pasando su dedo por mis labios antes de tomarlos con los suyos. Agarro con mis manos la tela de la cintura de su camiseta. Una de sus manos agarra mi nuca, intentando recortar un espacio inexistente. Su cuerpo se roza con el mío cuando posa su mano en mi culo.
Jadeo cuando soy levantada por él. Río abrazándolo por la nuca, separándome para tomar aire.
-Podríamos hacer que espere un rato más - Gruñe regalando besos por mi cuello mientras me posa sobre el capó del coche. Sigue dándome besos por la mandíbula y bajando hasta la zona próxima a mis pechos.
Asiento, guiando sus labios a los míos. Juego con su lengua antes de tirar de su labio inferior. Me siento poderosa. Me siento fuerte a su lado. Valiente. Sé que no soy ninguna experta, pero la confianza que me dota, me hace creerlo.
Dejo besos y mordiscos por su cuello, rodando mis piernas en su cintura. Su mano se introduce bajo mi top hasta acariciar mis pechos y agarrar uno de ellos como si fuera suyo. Jadeo en su cuello cuando noto su bulto bajo el pantalón en mi zona interior. Siento como arde mi zona. Arde con ganas de más.
-Puede...
-No va a venir nadie Brooke - Interrumpe mi voz parando sus besos. Sus labios rozan mi cuello mientras habla, gesto que me enciende aún más. Lo necesito. Mi cuerpo lo necesita - Tranquila... Disfruta - Vuelve a susurrar, mordiendo el lóbulo de mi oreja. Jadeo su nombre cerrando los ojos. Vuelve a llegar hasta mis labios y los toma con calma. Se separa un poco y me mira. Siento mi cara arder y su caricia en mi mejilla, con una sonrisa burlona, me lo confirma.
