-¿Qué pasa? ¿No abres para que te ayude a meter las bolsas?
-Te he dicho que no hace falta de verdad - Ruego por que termine de subir las escaleras. Escucho los pasos y trago saliva girándome. Sus ojos no me prestan la mínima atención, los mantiene fijos en la persona a mi lado. Lo conozco y noto como está demasiado tenso. Una de las manos la tiene envuelta en un puño y la mandíbula apretada se refleja en su rostro.
-Tu hermano se ha olvidado el móvil - Elevo una ceja mirándole. Sé que es mentira, puesto que he hablado hace diez escasos minutos con él. Decido seguirle el rollo. No me genera confianza mi vecino y mucho menos después de este comportamiento tan extraño. Miro al chico que tiene mis bolsas en las manos y vuelvo a mirarle.
-Se lo habrá dejado dentro - Murmuro en voz baja. Mantiene su mirada en mí durante varios segundos.
-Ya la ayudo yo - Gruñe mirando a mi vecino, que ha centrado su vista en el tatuado. Deja lentamente las bolsas en el suelo.
-La chica tenía las manos reventadas de traer las bolsas y necesitaba ayuda... -
-Te he dicho...
-Bueno, yo me voy si ya no se me necesita - El vecino me sonríe con tono burlón, interrumpiendo mi contestación - Nos vemos por aquí, Brooke - Me guiña un ojo y pasa dando con su hombro en el del chico. Noto como aprieta la mandíbula al hacer el amago de girarse pero le paro, agarrando su brazo. Niego levemente y miro a Cole.
El pequeño observa en silencio la extraña escena que se ha generado. Cojo aire y abro la puerta. Cole entra corriendo hasta su habitación y cierra la puerta. Paso las manos por mi cara entrando dentro antes de girarme y encontrarme con su presencia. Veo como cierra la puerta y me mira, esperando a que diga algo.
-No era necesario que vinieras - Miento descaradamente. No quería la ayuda del vecino y, aunque con él también estoy nerviosa, son circunstancias distintas.
-Lo siento... Yo sólo... Pasaba con el coche y os he visto a los dos... Te he visto un poco incómoda y no he pensado - Revuelve su pelo mirándome.
-Ibas lento entonces.
-Para que te voy a mentir - Asiente y yo sonrío levemente cogiendo las bolsas y entrando a la cocina. Muerdo mi labio inferior mientras voy colocando la compra. Escucho sus pasos y levanto la vista cuando entra a la cocina. Nos quedamos en silencio cada uno con la mirada fija en el otro - Será mejor que me vaya.
-Sí... Deberías volver al trabajo - Asiento leve dejando la caja que tengo en las manos en la encimera. Me apoyo en ella mirando mis uñas. La caja que he dejado se cae de la encimera al apoyarme. Me voy a agachar pero lo hace él antes.
-Bueno, me voy - Tiende la caja hacia mí. Lo miro y noto como su boca se entreabre con una sonrisa con cierto tono pícaro. O eso me parece a mí. Doy un paso y agarro la caja, rozando nuestras manos. Elevo una ceja y él me imita. Sonrío negando y dejo la caja en la encimera de nuevo, con más cuidado para que no se caiga.
-Anda, vete - Intento no reír cruzándome de brazos. No sé qué intenta, pero está consiguiendo que baje las guardias que creía haber levantado esta mañana. Creía.
-¿Sí?
-Dave...
-Brooke - Vuelve a responderme con esa sonrisa y niego. No puedo evitar que mis dientes atrapen mi labio inferior. La camiseta de color negro se aprieta a su cuerpo definiendo sus músculos, que casi puedo recordar al haberlos acariciado uno a uno. Doy un paso pequeño hacia atrás, intentando conseguir un espacio amplio para respirar con tranquilidad -¿Quieres que me vaya?