Feliz 2023 🥂
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*Narra Brooke*
Duele. Duele demasiado. Quema por dentro la sensación que se agolpa en mi interior. De tristeza. Impotencia.
Todo esto puede justificar la rabia y el odio que Dave tiene contra ese hombre. La inexistencia de sentimientos del hombre que debería haberle hecho la infancia más feliz, lo único que consiguió fue todo lo contrario. Lloro de impotencia al saberme incapaz de decir algo que pueda calmarle.
Lo observo agarrando sus manos, que tiemblan bajo mi agarre.
Puedo llegar a comprender la rabia que le entró al verle en la puerta de la discoteca el otro día.
-Yo... - Sollozo levemente intentando calmar mi respiración. Él niega echando su cabeza hacia atrás, cerrando los ojos. Acaricio su mejilla antes de derrumbarme apoyando mi cabeza en su hombro.
-Lo siento... Siento haber perdido los papeles delante de tí... No debería haberlo hecho porque te golpeaste por mi culpa... Dios, sólo mira tu cara.
-No fue tu culpa, Dave - Una de sus manos se entierra entre los mechones de mi pelo mientras la otra acaricia el golpe morado.
-Sí lo fue... Perdóname de verdad... - Lo miro y niego. Su mano se mantiene en el mismo lugar, apartando las lágrimas rebeldes - Pero cuando habló de Alina, yo no... Dejé de pensar - Niego leve. Realmente no necesito ninguna explicación más. Tengo muchas dudas pero no es ni el momento ni su estado es el adecuado para preguntarlo. Sólo quiero estar con él, aunque sea en silencio, abrazarlo hasta que se pueda calmar.
Ahora no tengo miedo. No debería haberlo tenido. No de él. Lo hizo para defender a su abuela ante un auténtico animal, que no merece ser llamado hombre.
-No me tienes que dar ninguna explicación más - Susurro mirándole a los ojos antes de que mis ojos se desvíen a sus labios - Te comprendo... No debes justificarte...
-Despistada - Noto como sus ojos viajan a mis labios, repitiendo mi gesto. Mis labios se resecan y los humedezco.
-Estúpido - Sonrío leve mordiendo mi labio inferior antes de ser yo la necesitada en recortar el espacio entre nuestros labios. Rozo nuestras bocas, con un leve toque que no hace más que acercarnos más, si es que eso es posible. Su mano derecha acaricia mi nuca mientras la izquierda acerca mi cuerpo, acomodándome en su regazo.
Entreabro mis labios para recibir su lengua, a la vez que profundizamos el beso. Las mariposas aparecen para revolver mi interior mientras acaricio su cuello. Siento sus manos apretar sus agarres en mi cuerpo.
Mi cuerpo se enciende sensiblemente ante su tacto. Nuestros movimientos son necesitados. Ambos nos extrañábamos. Muerde mi labio inferior y tira de él. Su frente se apoya sobre la mía y calmo mi respiración antes de abrir mis ojos. Me encuentro sus ojos fijos en los míos. Sonrío levemente dejando una caricia en su cuello.
-Puedes preguntarme lo que necesites saber - Murmura con voz ronca. Niego leve y escondo mi cabeza en el hueco de su cuello.
-Poco a poco... No quiero verte así - Susurro inhalando el olor a perfume masculino.
-Vamos a ponernos más cómodos - Río al escuchar su risa. Estamos tirados en el suelo, él bastante más incómodo que yo puesto que prácticamente estoy a horcajadas de él. Mi cuerpo es levantado del suelo por el chico de tatuajes y caminamos hasta la cama.
-¿Y tu abuelo? - Abrazo mis piernas observándole mientras se acomoda frente a mí, agarrando uno de los cojines. Traga saliva antes de mirarme.
Estos temas no son fáciles para él. No sé si realmente podrían ser fáciles para alguien que ha sufrido tanto en su infancia.