-¿Hemos? - Trago saliva mirando la puerta de la cocina, justo para ver salir al tatuado con una bolsa de dulces. No puede ser. Mi mano viaja automáticamente a la parte baja de la sudadera, cubriendo el short de pijama que tengo solo debajo.
-Buenos días - Noto en su tono cierta burla mientras se sienta. ASiento leve y camino a la cocina. Cierro la puerta mirando hacia Chris.
-¿Qué hacen aquí? - Mi hermano me mira elevando una ceja y ríe.
-Han traído el desayuno y no podía echarles, todo bien - Se acerca a mi y besa mi frente antes de abrir la puerta. Sale con la jarra de café y la caja de leche. Paso la mano por mi frente y lleno un vaso de agua. Me apoyo en la encimera y bebo con los ojos cerrados.
-Brooke - Levanto la mirada para centrarla en Mady - Siento si te ha incomodado vernos aquí.
-No, no te preocupes, todo está bien - Camina hasta mí y se apoya a mi lado.
-Yo... bueno, yo... quería...
-Chris está contento de tenerte aquí - La miro y noto su sonrisa. Elevo los hombros y dejo el vaso en el fregadero - Por mí no tienes que preocuparte, lo que espero que me disculpéis, no tengo muchas ganas de desayunar.
Ella asiente y salgo de la cocina cogiendo aire. Los dos chicos nos observan comiendo. Miro mis manos un segundo antes de caminar de nuevo hacia el pasillo. Entro al baño y cierro con pestillo. Me apoyo en el lavabo y me miro fijamente al espejo. Echo agua por mi cara calmando mis manos, que tiemblan sin yo ser consciente de eso. No me gusta esta sensación en mi cuerpo. No me gustan estos nervios que aparecen casi sin darme cuenta y sin explicación.
Limpio mi cara con la toalla y salgo.
-Has tardado mucho, despistada - Miro al tatuado y me aparto dejándole pasar.
-Que pena, ¿por qué no has ido fuera?
-Teniendo baño aquí, estoy invitado... - Él me mira y niega riendo. Veo como muerde su labio inferior y aparta la mirada de mí - Vaya humos se gasta la niña por la mañana.
-Un placer - Sonrío irónica y aparto su hombro pasando hasta mi habitación. Me giro un segundo antes de abrir la puerta y me lo encuentro mirándome. Noto una pícara sonrisa antes de perderme en mi habitación.
Me dejo caer sobre la cama y cierro por un segundo los ojos. Una imagen aparece en mi cara pero la borro al segundo. No puedo pensar ni siquiera en nada de eso. No debería imaginarme nada. Intento borrar los ojos verdes de mi cabeza pero no puedo.
-¡Que rico! - Escucho la voz cantarina de mi hermano pequeño. Sonrío leve. Al menos sé que aquí estará bien. Me peino un poco y abro la ventana de mi habitación. Coloco bien mi sudadera. No quiero estar aquí encerrada, por mucho que no me apetezca estar ahí fuera junto al chico de tatuajes. Ya es hora de enfrentar mis nervios. Salgo fuera y las cuatro personas me miran - Mady ha traído esto tan rico - Cole levanta una bolsa con galletas de chocolate.
-Yo también las he traído, eh pequeñajo - Cole mira a Dave cuando habla y asiente poniendo una cara extraña. Mi hermano mayor ríe y revuelve el pelo del pequeño. Noto como Mady mira a mi hermano y él también pasa su mirada de vez en cuando hacia ella. Me siento en el único espacio del sofá que queda libre, junto a la morena. Dave y Chris están sentados en una silla hablando del barrio. Mady llena un vaso de café y me lo tiende. Sonrío dándole las gracias.
-¿Vais a ir al médico, al final? - Mady nos mira bebiendo café. Yo elevo los hombros y miro hacia Chris, ya que él es quien tiene la última respuesta.
-Sí, ahora cuando lleguemos a la nave tengo que hablar con Jack...
-Tranquilo, he estado hablando con gente y está bastante de buenas esta semana, lo habéis hecho muy bien en Medford y te dará lo que pidas - Mi hermano sonríe al chico de tatuajes y yo lo observo en silencio.