¿Solo es actuación, no?

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- Las dos sabemos que vamos bien -me acomodé en el asiento- vas bien con tus terapias, con nuestra relación, nuestros hijos... solo quiero estar segura. 

- ¿Tú quieres estar segura? -tragó seco.

- No me mal interpretes -arrugué la nariz- hemos pasado por tanto, que no quiero que la más mínima duda se lleve nuestro sueño. 

- No tengo dudas, ya vamos para un año en noviembre desde que te pedí que te casarás conmigo

- Ya cumplimos un año de noviazgo el veintitrés -sonreí.

- Soy toda una apresurada -tenía la boca en forma de O cuando se dio cuenta que no había pasado ni un mes desde que me pidió ser su novia y cuando me pidió matrimonio- ¿Cómo aceptaste, no pensaste que estaba loca?

- Te amaba desde el primer momento en que te vi. 

- Espera -volvió a caer en cuenta- ¿En octubre también te embaracé? -se puso las manos como si le hubiese explotado la cabeza- todo en menos de un año -me miró aú con las manos en la cabeza. 

- El tiempo es perfecto cuando estás con la persona correcta -bebí de mi copa con una sonrisa, apoyé mi pulgar en el mentón y el dedo indice en los labios, mientras Scarlett continuaba analizando el tiempo.

Podía analizar toda su cara mientras sus gestos iban cambiando cada vez que cambiaba de pensamiento. 

La luz de las velas se reflejaban en su rostro y sus ojos tenían tonalidades que jamás había visto, estaban mas hermosos que nunca. 

- Debe ser el pelo -dije casi en un susurro.

- ¿Debe ser el pelo qué? -levantó su mirada con una sonrisa a medias.

- Te ves más hermosa que nunca -le di una sonrisa de lado.

- ¿Acaso se está mirando en un espejo, señorita Olsen? -se puso de pie caminando hacia mí. 

Tomé su mano, pero tan siquiera respondí a su pregunta cuando ya nuestros labios estaban juntos. 

Sus manos recorrían mi cuerpo de manera descontrolada, mientras mis jadeos llenaban la casa, en un movimiento brusco choque con la mesa tumbando la copa de vino.

- Ups, un accidente -Scarlett tenía los ojos cerrados hablando encima de mis labios

- No importa -reí volviéndola a besar. 

Scarlett me subió a la mesa para luego quitarse su camisa. 

- Esto no estaba así cuando te marchaste -acaricié su abdomen marcado- pero puedo acostumbrarme a ello -mordí su labio inferior con una sonrisa. 

- Hago mucho ejercicio ahora -besaba mi cuello, su respiración hacía que mi piel se erizara- te deseo tanto, Lizzie. 

-Hazme tuya, una y otra vez -susurré en su oreja mientras jugaba con mi mano por su espalda. 

  Scarlett aguantó mis piernas para que las sujetara a su cintura. 

- ¿Hacemos otro bebé? -me dijo entre medio de una sonrisa

- Muy temprano para eso -reí metiendo mis manos por su cabello halándolo un poco, a lo que ella solo sonrío con una sonrisa picara. 

Llegamos a la sala como pudimos, la chimenea estaba prendida, yo siempre tenía frio, nos lanzamos al mueble entre besos y caricias, pero terminamos en el suelo por no prestar atención.

Nos seguimos besando entre caricias y besos mientras nos reíamos por habernos caído.

- Gracias por atraparme -estaba sentada en su regazo tocándole los lunares de la cara.