Kirishima estaba de vago, como siempre en su habitación checando el Facebook.
Había terminado las tareas, así que podría ser libre todo este fin de semana.
Estaba aburrido, ya que no tenía muchas cosas interesantes su fyp, hasta que apareció una publicación que le puso los nervios de punta.
T/A T/N ___________________________________________ Que bonitas se ven mis uñas, pero se verían mejor si estuvieran entre tu brga 💅 ___________________________________________ ❤️👍 Comentarios Compartir
Esa publicación cambio el humor de Kirishima todo el día.
Quería sentir esas uñas mientras le arañan la espalda y ver su pene siendo cubierto con tus manos para masturbarlo.
—Ahora que lo recuerdo, T/N lleva una semana diciendo que se quería poner uñas.
Rápidamente se metió a WhatsApp y busco tu contacto para mandarte un mensaje.
Peque 🦈❤️
Hola, mylove ¿Cómo estás?—
—Hola, amor. Bien ¿Y tú? ❤️
Me alegro. Yo igual bien. 💖 Una pregunta ¿Te hiciste las uñas? —
—Al final no, no me alcanzó.
¿Cuanto cuestan? —
—Depende el tamaño y el diseño. Por ejemplo, yo quería estás.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Me dijo la señora que 450. Pero yo solo tengo 200 y me da pena pedirle a mi mamá.
Yo te acompleto—
—Ay no, amor. ¿Cómo crees? —No quiero que estés gastando en un capricho mío.
¿Que tiene? A mí no me pesa— Son para ti, para que te veas más bonita de lo que ya eres—
Ademas, tu las vas a estrenar conmigo—
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Ay, eso jajaja.
Jajaja. Ahora agenda tu cita y Dime cuándo es para acompañarte ✨—
•
•
•
Han pasado 2 días de la cita y amas tus uñas.
•
Era noche... Los padres de Kirishima no estaban, ya que habían salido a una boda de algunos amigos.
Amas estar en la habitación de Kirishima. Las paredes color rosa sandía, cuadros de Van Gogh, figuritas de spiderman, olor a perfume de hombre y sus sábanas azul marino, te daban tanta paz.
Podían estar horas sobre la cama y sin hablar, solo sintiendo su presencia.
—
Amor...— Kirishima se acercó a ti para abrazarte. Su aroma inundó tu nariz, embriagandote al instante
—Sabes que... Te amo... ¿Cierto?—
—Obviamente... Yo también te amo— Kirishima te abrazó completamente y comenzó a oler tu cuello y a besarlo.
—Me encantas... Amo todo de ti—Depositaba besos en tu cuello, haciendo que tú piel se enchinara —Amo tu olor, tu esencia, tus ojos, tu voz, cabello, risa, tu cuerpo, todo, amo todo de ti— Sus besos y caricias aumentaban de intensidad. Su manos enloquecieron por completo. Te quitó la playera de manga larga negra que llevabas puesta y también tu pans negro, dejándote en ropa interior. —Que linda. De cerezas, combinan con tus uñas— Mordió el resorte de tus bragas y lentamente lo soltó, sintiendo un ligero dolor, pero eso te excitó.
Se quitó la camiseta dejando ver su increíble y delicioso abdomen —Ven acá, chiquita— Te tomó en brazos y te colocó en su regazo. Siguiendo con la faena; sus manos reposaron en tu espalda y el lamía y daba pequeñas mordidas en tu pecho.
Con una habilidad fascinante desabrochó tu Bra, desistiendo de el, y proporcionando toda su atención en esas apetecibles cerezas que lo vuelven loco.
Con escasos movimientos de parte de tu hombre, tu estás bastante estimulada. Ya experimetabas esa sensación en el vientre que te hechiza. Es una sensación de calor, cosquilleo y de ¿Dolor? Si, lo podemos llamar así, pero es algo simplemente enloquesedor.
—Ya, ya porfavor, metelas— Lo sujetaste del cabello e introduciste uno de tus pechos en su boca, tomándolo por sorpresa, pero el se deja y lame con pasión tu seno.
Inevitablemente, al sentir su lengua caliente en tu pezón bastante excitado, iniciaste a efectuar roces en forma de círculo sobre los shorts de Kirishima, sientiendo como poco a poco su erección crece y endurece sobre tus panties ya mojadas.
Kirishima turnaba tus senos para recibir la gratificante chupada que el estaba ofreciendo. Tu espalda se arqueaba al sentirla en tus cerezas, en tus grandes cerezas.
Ya no resistias más y retiraste tus bragas y la ropa que le quedaba a Kirishima —Wow, tranquila— Kirishima decía entre risas
—Requiero atención aquí abajo, ya no aguanto más— Sin mayor cuidado te dejaste ir y te penetraste, logrando sacar gemidos por parte de ambos.
Sin perder el tiempo, Kirishima te sujetó de la cadera y el guiaba la intensidad y la rapidez de las embestidas.
—Arañame la espalda— Trataba de hablar entre sus gemidos ahogados —Arañame, porfavor—
Cómo la niña obediente que eres, lo hiciste. Su excitación ascendía al tener tus uñas en su espalda, provocando que sus gemidos y el explotaran.
Eran tan bruscas sus estocadas, que hicieron que llegarás al orgasmo en varias ocasiones.
Uno de ellos fue el ultimatum y ambos cayeron rendidos.
Aún sudoroso y tramando conseguir aplacar su respiración agitada dijo —Bueno... Ya estrenaste tus uñas conmigo— Le soltaste un pequeño golpe y el solo lanzó una pequeña risa.
