Sero Hanta

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Son preciosos tus cuadros, me encantan— Invitaste al pelinegro a tu casa. Ya llevaban algunas semanas de novios.

Conocidos de ambos murmuraban bastantes cosas. "No durarán mucho" "¿En un mes de conocerse y ya son novios?" "Apenas y lo conoces" bla bla bla; eso realmente no te importa, ya que te sientes bien con el y no te sientes presionada a hacer cosas que tú no quieres, como lo vivías con chicos del pasado.

Estaban en tu habitación donde le mostraste algunas pinturas que has hecho y algunos bocetos, ya que te encanta el arte.

"Do it for me" de Rosenfeld emanaba del celular del chico, y eso provocó que la temperatura de la habitación aumentará sorpresivamente.

Tu mirada se posicionó en la de el... Extrañamente se veía más atractivo de lo usual. Se encontraban sentados en la orilla de la cama. El se acercó poco a poco a ti, juntando sus labios con los tuyos; lo que al principio era un beso tierno y lleno de amor, se fue convirtiendo en uno apasionado e intenso.

Sus manos no se hicieron esperar y se colaron debajo de tu falda, acariciando y apretando un poco tus muslos.

Ibas cediendo poco a poco a sus caricias y besos apasionados en tu cuello, que te recostaste en la cama y el se colocó encima tuyo. Separaron sus labios a falta de aire, y con la respiración un poco agitada y con algo de rubor en las mejillas te preguntó —¿Puedo?—

Tu, con las mismas características que él y con un poco de nervioso contestaste —Claro que si—

Era tu primera vez, estabas nerviosa y tenías un poco de miedo, más que nada por el dolor, ya que toda la vida te la pasaste escuchando que la primera vez no es linda y que solo debías de hacerlo con el hombre con el que te casarás para el resto de tu vida.

Ese chico de cabello y de ojos negros te ha demostrado en pocas semanas lo que es el amor, aunque suene estúpido, ya que ¿Cómo vas a sentir amor por una persona que no tienen ni un mes de relación? No lo sé, el amor no tiene un tiempo definido, puedes sentirlo después de años o después de semanas.

El te prometió ser delicado e ir lento, por ser tu primera vez.

Poco a poco desabotonó la camisa blanca del colegio, dejando al descubierto el Bra que ya había visto muchas veces por fotos que tú le mandabas, pero la sensación y la emoción de verlo en persona y ver lo que se escondia debajo del mismo, era fascinante.

Lo levantó y sin quitarlo inició a lamer y succionar tus pechos, sobre todo tus pezones, haciéndote soltar un pequeño gemido, controlando el placer que estabas sintiendo ya que se encontraban en tu habitación y tus padres se encontraban en la parte baja de la casa y los podían escuchar. 

Las caricias por parte de el aumentaban cada vez más. Sus manos tocaban y masajeaban tus muslos de una manera simplemente mágica.

Me estaba poniendo muy nerviosa, pero estaba segura de que lo quería hacer con el, sabía que el no solo tendría sexo conmigo y me dejaría. Además, ya estaba en un punto dónde no quería que se detuviera, que siguiera.

Una de sus manos bajó lentamente por mi abdomen, ese abdomen que me hace sentir insegura. El sabe de esa inseguridad y después de meter su mano en mi ropa interior y comenzar a tocarme y a meter un dedo en mi cavidad, se dispuso a depositar besos tiernos en mi abdomen, algo que me enterneció y a la vez me está a retorciendo de placer por su tacto. Aunque me dolió un poco el momento en que introdujo el dedo, ya que era mi primera vez, pero no fue algo horrible como me lo pintaban.

¿Te gusta?— Esa pregunta es tan estupida. Claro que me gusta. No, no me gusta, me encanta —Yo se la respuesta, pero quiero que tú me lo digas—

Un "Me encanta" salió de mis labios junto con un gemido.

¿Lista?— Yo ya tenía las piernas abiertas, aún con la falda puesta, con la camisa abierta y sin Bra
—Podemos parar si quieres— Ya tenía el condón puesto, a este punto estoy muy excitada.

Lo tomé de la cara y lo besé —Ni se te ocurra parar— Soltó una sonrisa muy linda y coqueta y me fue penetrando poco a poco. Me dolió, pero fue un dolor instantáneo y después lo que sentí fue placer.

Lo abracé con mis piernas y el comenzó a moverse y... Dios, de estaba sintiendo tan bien, tanto que varias veces gemí su nombre y eso hacia que el aumentará los movimientos.

Mi habitación con mil pósters de anime, mangas y peluches tiernos estaban siendo testigos de como nos estábamos entregando mutuamente al amor, el deseo y el placer.

Sus jadeos y gemidos en mi oido eran simplemente mágicos. Quería que el tiempo se detuviera y quedarme en ese momento para siempre.

Después de un buen rato comencé a tener la sensación de que pronto llegaría a mi orgasmo y noté que el también ya que sus respiración estaba aún más agitada que cuando comenzamos. En escasos minutos ambos llegamos y fue glorioso.

Se vistió y yo estaba procesando todo lo que acababa de vivir, fue... Simplemente hermoso.

El se dió cuenta que estaba un poco pensativa y se me acercó —Linda... ¿Estás bien? ¿Todo bien? ¿Te duele algo? ¿No te gustó?— Me dió ternura y le expliqué que todo estaba bien, que solo estaba impactada por todo lo que acababa de pasar y para calmarlo lo besé.

—Fue la mejor experiencia de mi vida... Me encantó— Me sonrió, me ayudó a levantarme para limpiarme y cambiarme y terminamos agotados los dos y nos dormimos.

Antes de eso, me dió un beso en la frente y me dijo
—Te amo, linda—

💌(^^)One Shots Boku No Hero Academia(^^)💌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora