Tamaki Amijiki

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—En verdad perdoname, no quería hacerte sentir mal.

—No te preocupes, Tamaki. De verdad entiendo.

—No, es que no es justo, no te lo mereces.

—Tamaki, no te preocupes. Podemos seguir siendo amigos. ¿Trato?

—Trato... Lo siento.

Había comenzado una relación con Tamaki, a sabiendas que no podría funcionar por nuestras personalidades diferentes.

Y si, pero al menos fue una etapa bonita compartir cosas con el.

—Oye... Me da pena, pero a esta hora ya no pasan trenes, así que...— El chico bajó la mirada de pena
—¿M-me podría quedar en tu casa? D-digo, puedo dormir en el sofá, pero si no quieres no hay
problema— De los nervios comenzó a hablar rápido y no se le entendía nada.

—Tranquilo, claro que te puedes quedar. Pero no en el sofá. Ven, acompáñame.

—Buenas noches Tamaki— Apagué las luces y me recosté al lado de Tamaki, estábamos los dos en mi cama.

Por lo tímido que es, supuse que dormiríamos cada quien por su lado. Además de que, como hacía mucho calor, estaba con camiseta y con ropa interior.

Pasaron 2 horas y no podía dormir, no estoy acostumbrada a dormir junto con personas y menos con Tamaki... ¿Por qué? ¿¡Por qué me está abrazando!?

A segundos de recostarme a su lado, me abrazó en forma de cucharita y no supe que hacer.

—Laila... ¿Estás dormida?— Carajo, está muy cerca de mi. Hice la que está a dormida y comenzó a besarme la mejilla y a abrazarme aún más fuerte.

—¿Que pasa Tama? ¿No puedes dormir?

—No, no puedo— Su voz estaba un poco somnolienta.

—¿Quieres ver la televisión?

—No... Quiero...— Me giré para verlo cara a cara y se acurrucó en mi pecho, y yo lo abracé. A pesar de que no hayamos funcionado, lo quería mucho y supongo que el también me quería. —Te quiero a ti...— Comenzó a darme besitos en la mejilla y yo correspondí.

Sentí como tomó mi pierna y la puso encima de el, haciendo que nuestros cuerpos se juntaran aún más.

—¿Tamaki? Vaya, de noche no eres tímido.

—Tu eres la culpable, ¿Para que te quitas el pans de la pijama?— Comenzó a acariciar mi pierna, pero lo hacia muy lento, lo que hacía que se me enchinara la piel —Que bonitas piernas tienes... Y también...— Metió la mano bajo mi ropa interior y apretó un poco mis nalgas —Esto también está riquísimo—

Me sonrojé y antes de poder decir algo, me besó y yo dejé enredar por sus besos y caricias.

Y era aún más excitante, porque no podemos hacer ruido, ya que mis padres estaban abajo y no sabían que Tamaki estaba en mi habitación.

Antes de poder decir algo, me bajó las bragas y comenzó a tocar mi clítoris, lo cual me encantó, ya que lo hacía lento, provocando que poco a poco me mojara.

—Estas tan mojadita, que rico— Con su otra mano tomó la mía y la puso encima del pans de la pijama y se podía sentir la creciente erección, lo que me sorprendió, ya que este no es el Tamaki que conozco.

El Tamaki que conozco con solo verlo directamente a los ojos se sonroja.

Introdujo dos de sus dedos en mi cavidad y empezaron a bailar dentro de mi; y con su otra mano seguía tocando mi botón, haciendo arquear un poco la espalda.

—Tengo las manos ocupadas, hermosa. Quítate la camiseta, por favor— Hice lo que me pidió y me quité la camiseta, dejando al aire mis pechos, los cuales son perder tiempo ya estaban en su boca.

Mordió un poco mi pezón y tiró de el, mirándome fijamente para notar la cara de placer que tenía —¿Te gusta?— Succionó con fuerza mis pechos para continuar lamiendo y mordiendo.

Un "Si" difícilmente salió de mi, por qué me estaba gustando demasiado lo que me estaba haciendo, era difícil hablar entre todos los gemidos que soltaba.

Pov Tamaki

—Sigue asi— Laila estaba en cuatro frente a mi, sasiandome con su boca. Me encantaba ver cómo tenía que sacar mi pene para respirar y me fascinaba ver mi miembro lleno de baba y ver sus ojitos con lágrimas.

—Espera, guapo. Me voy a atragantar jaja— Después de decir eso, la regresé a mi pene para que me la siguiera chupando.

Me sentía tan caliente que se me olvidó por completo mi timidez. Se veía tan hermosa mientras se la comía entera.

—No pares, no pares— Empujé su cabeza para que no la sacará, ya que estaba a punto de venirme y quería ver cómo se tragaba mi semen.

Pov Laila

Este Tamaki si me gustaba, verlo tan caliente y tan dominante me ponía a tope la energía.

Finalmente se vino y me tragué todo su semen y era riquísimo.

—Ahora, preciosa...— Me tomó del cuello y me besó
—Quiero que te pongas en 4— Me tomó de las caderas y me colocó en 4, poniendo su brazo en mi cintura para que no me encorvara —Espero y no te muevas, porque si lo haces, te daré más duro—

Sentí de golpe su gran miembro y solté un fuerte gemido —Shhh— Me colocó la palma de la mano en la boca, para que me callara —Nos van a descubrir, no creo que quieras que tus papás se enteren que metiste a un chico a tu cuarto. ¿O si?—

Y estuvimos casi toda la noche cogiendo de la forma más bestial posible. La adrenalina y el calor del momento me dominaban y me cegaban.

Tocate, preciosa— Mientras me la metia, tocaba mi boto, brindándome mayor placer del que ya estaba experimentando.

Aún penetrandome, se recostó sobre mi —¿Te gusta este Tamaki? Porque creeme que a mí me gusta ser este, el que no tiene pena de cogerte en tu casa mientras están tus padres abajo, pensando que la nena linda de papi y mami está dormida—

Se levantó y aumentó la velocidad y tuve que taparme la boca, me dolía el vientre, pero era un dolor rico y no quería que parará N-no p-pares Apenas y podía articular palabra. Estaba a punto de llegar al climax.

Me giró y puso mis piernas en sus hombros y siguió dándome fuerte, tocando al mismo tiempo mi clítoris.

S-sigue, s-sigue Aumentó la velocidad tanto de su penetración y de sus dedos en mi clítoris, haciéndome venir y que mis fluidos estuvieran en sus piernas.

💌(^^)One Shots Boku No Hero Academia(^^)💌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora