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Jungkook puso su mano sobre la espalda de Jimin, haciendo que este se le erice la piel y recuerde lo que pasó en esa noche en el hotel.

De pronto sentía calor.

Por suerte, Jimin pudo divisar a su padre y la sensación de calor desapareció en el acto. El señor Park estaba de pie junto a una mesa, vestido con un traje blanco impecable, charlando con un hombre.

En un abrir y cerrar de ojos, cogió la mano de Jungkook y lo llevó casi a rastras hacia él. El padre de Jimin acababa de coger una copa de champán y cuando estaba a punto de beber vio a su hijo… acompañado. Los ojos se le abrieron más de lo normal, pero disimuló la sorpresa con una sonrisa.

—Me alegro que al final hayas podido venir —dijo el señor Park, sin mirar a su hijo un instante, tenía los ojos fijos en Jungkook, examinandolo de pies a cabeza con todo descaro.

—Te presento a mi compañero de piso, Jungkook —dijo Jimin—. Jungkook, él es mi padre.

—Park Seung —se presentó tendiendo la mano derecha hacia el alfa menor. Se dieron un apretón de manos, fue tenso.

—Me alegro de conocerlo, señor.

—Así pues, ¿vive usted con mi hijo?

—¡Papá!

—Exacto, señor. Vive realquilada en una de las habitaciones de mi piso.

Jungkook respondió con decisión, seguro de si mismo. Hubo un momebto de silencio, Seung no dejaba de mirar a Jungkook.

—¡Seung! He esfado buscándolo por todas partes.

U n hombre mayor apareció junto a Park y le puso una mano en el hombro. Intercambiaron unas cuantas palabras y el padre de Jimin se retiró de ahí, uniéndose de nuevo con el grupo de inversionistas.

—Pues no ha ido mal del todo —comentó Jungkook.

—Hm…

Roomies | Kookmin Au ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora