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Jungkook le besó la boca, el cuello, y luego siguió deslizando sus labios hacia abajo. Cuando llegó a sus pezones erectos, se detuvo y observó con mucho detenimiento el abdomen desnudo, luego lo miró a los ojos. Jimin se mordió los labios, siendo suficiente para que Jungkook besara todo el pecho del omega.

Jimin, de un modo instintivo, estiró la espalda y Jeon sonrió sobre su piel antes de que envolvieron un pezón con sus labios.

Jimin soltó un leve gemido.

Las manos del alfa fueron descendiendo por el cuerpo contrario hasta posarse sobre las caderas.

La manera de tocarlo era la mezcla perfecta entre una dominación poderosa y una suavidad insoportable. Jimin empezó a notar sus pezones hinchados, excitados, ansiando algún tipo de liberación. Lo deseaba, aún sabiendo que era el peor momento posible para arrojar por la borda las reglas. Todo era demasiado placentero.

—Cómo sigas así… —habló Jimin con dificultad—. Me abalanzaré sobre ti y me dará igual si quieres o no…

Jungkook lamió y mordió ligeramente antes de levantar los ojos para mirarlo directamente.

—No se trata si quiero o no.

《Lo deseo tanto como tú》

—¿Qué quieres decir? —preguntó Jimin sin aliento.

—Quiero decir que mi capacidad de autocontrol tiene un límite.

El omega no sabía lo que había querido decir exactamente, pero tuvo la esperanza de que fuera una manera de anunciarle que pensaba terminar lo que había empezado. Y como si le hubiera leído el pensamiento, deslizó su mano hacia su cadera y luego siguió descendiendo. Aún así, en lugar de tocar el lugar que tanto ansiaba, recorrió con la punta de sus dedos la longitud del muslo hasta la rodilla, donde se detuvo unos instantes.

A continuación, la mano de Jungkook regresó al interior del muslo, y con ligera presión, abrió las piernas de Jimin.

El alfa acarició la piel sensible del miembro casi goteante, el gemido que soltó el omega resonó en las paredes de la habitación. Sus manos estaban frías y eso lo prendía aún más.

—¿Quieres que te suplique? —preguntó con voz temblorosa.

—Tal vez, sería una buena opción, ¿no crees? —murmuró, besando una vez más el cuello de Jimin.

—Menos hablar y más…

Jimin olvidó lo que estaba a punto de decir cuando notó la mano intrusa justo en la punta de su erección. Ese lugar que tanto estaba deseando ser tocado. Sin aliento, se aferró al brazo de Jungkook.

—¿Más qué? —susurró el alfa cerca de su oído.

—Más… más de eso —jadeó cuando los movimientos subieron y bajaron en el lugar más sensible de su cuerpo.

Estaba a punto de explotar cuando nuevamente sintió un pezón siendo envuelto por los delgados labios de Jungkook, latiendo, mordiendo, succionando.

Jimin gema ante tal sensación, cerró sus ojos y apretó los labios. Levantó su pelvis hacia Jungkook, deseando más.

El alfa entendió de inmediato y movió su mano más rápido, acariciando la punta del miembro con su pulgar. Jimin echó la cabeza hacia atrás, casi tocando el cielo con todo el placer que estaba sintiendo.

Abrió su boca soltando gemidos, su respiración era entrecortada y le costaba mantener la calma. Jungkook lo besó sorpresivamente, ahogando un gemido entre sus labios.

—Yo… Jung… Jungkook tú…

—Shh… —besó sus labios nuevamente sin parar sus movimientos—. Sólo disfruta, rosita…

Y fue así. Una repentina electricidad invadió el cuerpo de Jimin. Jungkook se separó un poco de él y pasó su lengua por su abdomen, una pequeña capa de sudor yacía en él.

El pecho de Jimin subía y bajaba constantemente, mordiendo sus labios y apretando más los ojos. Sus manos aferrándose más a los hombros de Jungkook.

Pronto sintió los labios del alfa ahí. Justo en su punto débil, lamiendo cada fibra de piel. Sintiendo sus dientes cuando metió toda la hombría dentro de su boca, chupando, subiendo y bajando.

Era mucho, era el paraíso. Jungkook le hacía ver fantasías por doquier. Instintivamente, llevó sus manos a su cabello y apretó. Y justo cuando iba a decir algo, ese cosquilleo tan exquisito y ese pequeño dolor tan placentero se hizo presente en su cuerpo, gimió.

Gimió con tanta fuerza que hasta la habitación vecina pudo haberla escuchado. Jimin llegó al clímax, liberando toda su esencia en la boca de Jungkook, quien tragó todo y cuando sacó todo el miembro de su boca. Apoyó su frente en el abdomen de Jimin, controlando también su respiración.

Ambos quedaron acostados uno al lado del otro. Ninguno preguntaba nada, solo estaban juntos, Jimin entre los brazos de Jungkook, siendo mimado por el alfa. No supo cuando fue el momento en que sus ojos se cerraron, solo sintió una vez más los labios de Jungkook sobre los suyos.

Roomies | Kookmin Au ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora