Roomies | Kookmin Au ✔

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Jimin resopló enojado y guardó su celular en su mochila. Mientras caminaba a su última clase, en su mente insultaba de mil maneras a Jungkook.

Se orientó por las flechas de las paredes para llegar a su aula. La encontró.

La mayoría de alumnos ya estaban en sus asientos. Algunos conversaban y otros estaban callados en su propio mundo, esperando a que llegara el profesor.

—¡Eh, pescado fresco! —exclamó un chico hacia Jimin, quien no se percató de lo dicho.

Sin embargo, mientras pasaba por su lado, se reclinó de su asiento y alargó su brazo dándole una palmada en el trasero.

Jimin se detuvo y contuvo el aire. Apretó sus labios y puños, dándose media vuelta para encarar al idiota que se atrevió a cometer tal acto.

—No vuelvas a tocarme. ¿Entendiste?

Dijo con el tono de voz más calmado que pudo vocalizar, no quería armar un show y ser la atención de todos.

El tipo levantó las manos y sonrió descarado.

—Ya, no te enojes. Fue una simple broma.

—Pues debes saber que tienes un muy pésimo sentido del humor —respondió entre dientes.

—Ya, tranquilízate.

—No, no pienso tranquilizarme. Si algún omega está interesado en que lo toques, ya te lo hará saber. Sabemos cómo dejarlo claro, créeme —soltó molesto—. Pero, si un omega pasa por tu lado sin siquiera mirarte y saber de tu existencia, te aseguro que no te está dando el permiso para que le pongas una mano encima.

A este punto, Jimin soltó feromonas bastante amargas. El rostro del contrario estaba tornándose rojo de la rabia, no se esperó la respuesta del omega. Iba a contestarle, pero alguien se le adelantó.

—Espero que controles esas manos a partir de ahora, Xiumin —dijo una voz que Jimin reconoció enseguida—. A menos que quieras vértelas conmigo, claro. Pero te aseguro que no quieres eso, ¿verdad?

Jungkook estaba sentado delante de él, con las manos tras la cabeza y las piernas cruzadas encima de la mesa. Sus ojos estaban tornados en un leve brillo, al mismo tiempo que su mandíbula estaba tensa. Luego miró al omega que seguía parado en el mismo lugar, asintió.

El profesor había ingresado y todos fueron a sus asientos correspondientes. Mientras la clase había empezado, el celular de Jimin vibró.

Lo sacó discretamente y desbloqueó la pantalla para leer el mensaje:

Has aprobado, rosita.

Una sonrisa se dibujó en su rostro, volteando disimuladamente hacia Jungkook quien le devolvió la sonrisa y volvió su vista al frente.

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