Roomies | Kookmin Au ✔

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—¿Qué? —preguntó Jimin confundido—. Estás loco, ni hablar.

—Estoy seguro de que tu madre no cuenta con verte por allí y menos aún, que llegues acompañado de un alfa. Osea yo.

—Pero si no pensaba… ¿eh?

De repente, en la cabeza de Jimin encajaron varias piezas y miró a Jungkook fijamente con una creciente sensación de pánico en su interior.

—¡Jungkook, pero tienes que volver a casa! Tenemos que volver los dos, con tu madre y su novio y sus hijos. Además, no tengo nada que ponerme. Mi madre perdería los estribos si me presentará con ropa normal y…

No pudo continuar porque Jungkook presionó sus labios contra los suyos.

《Esto es lo que pienso hacer a partir de ahora cada vez que no pares de hablar》

El beso fue lento y profundo, sus labios moviéndose, encajando en sincronía. Jungkook mordió el labio inferior de Jimin cuando se separó de él. Luego le besó la frente y se apartó un poco más de él.

El pánico que hace un momento había sentido Jimin, había desaparecido.

—Creo que deberíamos ir a la gala para demostrarle a tu madre que no estamos dispuestos a doblegarnos. No tienes por qué darle explicaciones, rosita. Eres una persona adulta y tomas tus propias decisiones. Y se lo demostraremos en esa gala.

Al ver que hablaba en plural, el corazón de Jimin dejó latirle por un segundo. Un cosquilleo en todo su cuerpo tenía que ver con el deseo.

Sonrió.

—Creo que tienes razón —murmuró.

—Yo siempre tengo razón —respondió Jungkook con una sonrisa ladina.

—Eres un creído, Jeon Jungkook.

—¿De qué me serviría la falta de modestia, si los dos sabemos lo fantástico que soy? —preguntó mientras se ponía de pie. Estirando sus brazos, Jimin lo imitó.

Habían pasado un buen rato fuera. El cielo estrellado acompañado con la luna llena. El viento frío y húmedo. Era hora de dormir.

Jungkook con muchos pensamientos en su cabeza y Jimin pensando en lo que pasará mañana.