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Jungkook estaba sentado en la habitación del omega. Se había acomodado en la silla con los pies cruzados sobre el escritorio. Se quedó mirando impasible, como si entrar a la habitación ajena y observar cómo dormía el chico fuera la cosa más normal del universo.
Jimin abrió poco a poco los ojos.
—Buenos días, rosita.
Su voz cargaba ironía, el omega reprimió las ganas de tirarle un almohadazo en la cabeza. Hace unas pocas horas que habían estado en una fiesta, no cabía duda que el alfa había dormido menos.
《¿Cómo puede estar sentado, tan fresco y no tener una resaca?》
—Café —dijo Jimin contra la almohada—. Sin café, Minnie no habla.
Jungkook lo miró divertido sorprendiendo al contrario. Él estaba acostumbrado a su rostro amargado y frío. Pero, en esos momentos, sólo lo miraba con una expresión simple y llanamente divertida. Jimin había imaginado cualquier cosa, menos eso.
—Quién diría que serías una de esas personas que se levantan con un humor de perros por las mañanas.
Jimin le gruñó poquito.
—Yo, pero como nunca mantenemos una conversación normal y civilizada, no te enteras de nada —masculló.
Jimin se incorporó hasta quedar sentado, sus cabellos estaban desordenados y su cara levemente hinchada, sus mejillas estaban rosadas por el calor de las sábanas.
—Hay café en la cocina. Te he dejado un poco.
El pelirosa parpadeó varias veces sorprendido ante lo que dijo el alfa. ¿Estaba soñando o realmente se estaba comportando con amabilidad?
—Toma —dijo Jungkook, lanzándose su Jersey de color celeste a la cara—. Y asegúrate de que te despiertes del todo.
—¿Por qué?
Jimin se levantó, acomodándose la prenda y caminando hacia la salida de su habitación, se volvió una vez más para mirarlo. Jeon había cruzado las manos en la nuca y lo inspeccionó de los pies a la cabeza.
—Tenemos cosas que hacer hoy —respondió, el omega pudo detectar un matiz en su voz pero no supo interpretarlo. Era muy temprano para descifrar cosas.
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Roomies | Kookmin Au ✔
FanficJm empieza la universidad y necesita habitación. Jk era su última opción, ninguno se los dos podía negarse. Solo tenían tres reglas: - Cero sentimentalismos - No meterse en las cosas del otro - No acostarse juntos Pero, las reglas existen para rompe...