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Jimin le hizo una seña a Taehyung dándole a entender para irse a su habitación. Ambos se levantaron de las sillas y quitaron todos su cuadernos y lápices que habían sobre la mesa. Estaban disponiéndose a salir cuando…

—¿A dónde vas? —preguntó Jungkook.

Ambos omegas se detuvieron y voltearon a mirarlo.

—Ha venido Tae para hacer tarea —explicó Jimin—. No queremos molestarlos.

Jungkook frunció el ceño y abrió una de las cajas.

—Pues se acabó el estudio por hoy. Te he traído pizza.

El pelirosa abrió la boca sorprendido y la volvió a cerrar. Cuando sintió el aroma exquisito del alimento, se le hizo agua la boca.

—¿De verdad?

—¿Por qué te sorprende?

—¿Me creerías si te digo que nunca he probado la pizza? —Jungkook dejó servir cuando escuchó al omega.

—¿Qué me estás diciendo? —frunció el ceño—. Es broma, ¿no?

Jimin negó con la cabeza.

—En casa no estaba permitida la comida rápida —Jungkook lo miró sorprendido, dándole toda su atención—. Mi madre tiene una obsesión con la comida detox y siempre cuenta las calorías. No quería que yo engordara y cada semana planificaba lo que comería en cada hora y me obligaba a seguir un programa de ejercicios —explicó encogiéndose los hombros.

Contó una parte de la verdad. La verdad completa la hubiera contado si no sintiera la inseguridad que le generaba cada vez que su madre lo llamaba. Odiaba esa parte de su vida, que ella quiera adueñarse de su vida y no darle la libertad que él quería.

—¿Qué mierda? —dejó caer la rebanada que tenía en la mano—. ¿Qué madre prohíbe a sus hijos que prueben comida rápida? Es estúpido. ¿Al menos has ido a un McDonald 's? —Jimin no respondió—. Que carajos…

El omega soltó un suspiro.

—Tú no conoces a Park Haneul. Es como una emperatriz. Es más, nada le gustaría más que estar controlando hasta el último detalle de mi vida y con eso me refiero a absolutamente todo.

Él negó con la cabeza y se acercó a él tomándole los hombros.

—Park Jimin —empezó a decir—. Ahora mismo te sentarás en esa silla y te tragarás una pizza. Si tienes que gemir de placer, lo haces ¿entendido?

Jimin sonrió poquito al ver su actitud.

—Bien.

—Perfecto, ahora ve a esa y disfruta todo lo que puedas.

El omega hizo caso. Cuando fue al comedor, pudo darse cuenta que Taehyung se le adelantó y ya estaba comiendo una rebanada, le sonrió cuando lo vio y le hizo una seña para que se sentara a su lado.

No pasaron tantos minutos para que Jungkook viniera con los demás y se sentara junto a sus amigos.

—Es la primera pizza de Jimin —anunció.

—¡Pues a comer se ha dicho! —exclamó Namjoon.

Jeon le pasó una rebanada al omega. Los hilillos de queso colgaban, se veía delicioso. Cuando lo probó, se sintió en el país de las maravillas, la combinación de sabores era perfecta.

Gimió de placer. Jungkook soltó una carcajada al igual que EunJi y el resto.

—Creo que has acertado con la elección —dijo Namjoon a Jungkook.

—Hey, yo la elegí —se quejó EunJi.

—Creo que ya no puedo imaginar mi vida sin pizza —suspiró Jimin luego de un rato. Todos rieron de nuevo.

—No eres normal. ¿Cómo que nunca has comido una pizza? —comentó Hoseok, recibiendo un codazo de parte de su novia.

—Tú no eres normal desde que naciste, cariño —bromeó EunJi—. Nosotros no somos una pareja normal.

—Ya va —de pronto habló Namjoon—. Nadie es normal, cada quién tiene sus cosas. Jungkook se resiste al compromiso; Jimin, por algún motivo incomprensible, nunca ha comido pizza; a Eun le van los teñidos raros, y Taehyung… Taehyung… Taehyung tiene una sonrisa bonita —el mencionado se sonrojó al instante. Namjoon continuó—. Oye, ¿Quieres salir conmigo?

Roomies | Kookmin Au ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora