Roomies | Kookmin Au ✔

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Jimin seguía bailando con otra chica sobre la mesa. Había una multitud que lo observaba desde abajo. Cerró sus ojos por unos instantes y los volvió a abrir.

Observó a su alrededor, era el centro de atención. Y entre toda esa gente, vio cómo algunos alfas mantuvieron una distancia prudente y como Omegas seguía con la mirada Jungkook.

Si.

Estaba ahí, mirándolo con ceño fruncido. Su mandíbula se notaba tensa, una mirada furiosa y el cabello revuelto. Ante los ojos de Jimin, se veía increíblemente guapo.

-¡Mi compañero de piso! -chilló saltando de la mesa. Cayendo justo en los brazos del alfa.

Jimin sonrió con gracia.

-¿Qué haces? -preguntó Jungkook, cerca de su oído para que lo pudiera escuchar.

-¡Bailar! -exclamó el omega entre risas.

-Eso ya lo veo -dijo Jungkook, apartando los brazos de Jimin de su cuello. La expresión tensa con la que miraba al omega hizo que este pusiera los pies en el suelo enseguida.

Una risa se escuchó detrás de él. Era Seungkwan.

-No sabía que tenías novio, Jimin..

-Ah no. Jungkook no es mi novio -balbuceó-. Es mi compañero de piso. ¡Y tiene reglas! Es la única manera que podamos vivir juntos.

-¿Reglas?

-¡Regla número uno! Cero sentimentalismos, no quiero dramas -dijo imitando la voz de Jungkook.

Las demás personas comenzaron a reír.

-Regla número... ¡Oye!

Jeon le agarró del brazo.

-Para ya de decir tonterías -ordenó.

-Para tú de decir tonterías. Bla bla bla -replicó.

Era evidente que Jimin estaba demasiado borracho como para argumentar algo coherente.

-Siento haberte llamado -habló otra voz. La de Taehyung-. Pero me tenía preocupado.

-No hables como si no estuviera presente, Kim -habló Jimin saltándose de las manos del alfa-. ¿Le has dicho tú que viniera?

El mencionado lo miró con sentimiento de culpa, mordiéndose el labio inferior.

-Ya es hora de volver a casa -dijo Jungkook con calma. La mirada de la gente estaba en ellos, pero le dio igual-. Has tenido un día muy largo.

-Exacto, por eso estoy aquí -dijo molesto.

-Oye, creo que es mejor que él decida irse o no -intervino Seungkwan-. Si le apetece quedarse, déjalo.

-No te metas en esto -susurró Jungkook en un tono mordaz. Iba avanzar con Jimin, pero este se detuvo.

-No permito que me des órdenes así como así -protestó de repente.

Le dio la espalda a su compañero de piso y fue hacia la barra, pero antes de levantar el vaso con trago y tomárselo. Notó cómo le agarraban por la cintura y tiraban de él con fuerza.

-Tú te vienes conmigo a casa. Ahora. -ordenó nuevamente Jungkook con una mirada furiosa.

-Y si no ¿qué? -preguntó desafiante acercándose al rostro contrario. Levantó las manos y las posó sobre el pecho del alfa.

A Jungkook se le entrecorta la respiración al sentir aquel toque, suavizando el agarre con el que sujeta el cuerpo de Jimin.

-No lo hagas -murmuró.

-¿Qué es lo que no debo hacer? -volvió a preguntar el omega en el mismo tono de voz.

-Jimin...

Jimin tragó saliva sintiendo un escalofrío recorrer su espalda. Le encantaba. Le encantaba que dijera su nombre de ese modo, que pronunciara cada una de las letras como si las estuviera acariciando. Si sólo con la voz ya despertaba todas esas sensaciones en él. ¿De qué no sería capaz?