POV JUNGKOOK
Escuché como las pisadas se hacían cada vez más cercanas hasta detenerse a mi costado. Jimin me había alcanzado. Sonreí.
—¿Por qué hemos venido por el camino largo? —preguntó con una mano frente a sus ojos para evitar la luz solar.
—La otra es para gente mayor. Eres joven, tienes mucha energía, rosita.
—Pero…
Me di media vuelta para mirarlo y seguir andando de espaldas. Le sonreí burlón, es divertido verlo enojado.
—Menos hablar y más caminar —repetí volviendo hacia adelante de nuevo.
Hice caso omiso a sus súplicas, de todas maneras, íbamos a caminar. Saqué mi celular para confirmar si el camino que estábamos siguiendo era el correcto.
Me desvíe del camino marcado. No estábamos tan lejos del lugar al que lo quería llevar. Observé el rostro de confusión de Jimin.
—Confía en mí, valdrá la pena.
Minutos caminando sin detenernos. Lleno de árboles con raíces muy abultadas y ramas tupidas. Estaba un poco más adelante que él, de reojo vi como se cayó dos veces.
—Ya casi lo has conseguido —animé. Estaba aproximadamente unos dos metros detrás de mí.
Tenía la frente sudada y el rostro sonrojado por el calor. Estaba casi seguro que en esos momentos quería lanzarme al vacío por hacerlo caminar tanto.
Jimin llegó a lo alto de una peña gigantesca, aprovechó en recuperar aliento con la mano en el pecho. No tardó en sentarse sobre una roca, estaba por tirarse hacia atrás.
No lo permití.
Lo agarré por debajo de los brazos y lo levanté de nuevo con rapidez. Se tambaleó un poco, pero no cayó. Le di media vuelta y caminé de nuevo.
A tan solo unos pasos, sentí como fe aferraba a mi brazo y se apoyaba en mí. Él, realmente, no estaba acostumbrado a hacer este tipo de cosas.
Lo observé, sin dejar de caminar, y vi como su rostro se iluminaba. Habíamos llegado a la cima, el panorama era precioso como siempre: el sol reflejándose en la superficie del agua cristalina, sin el ruido de la ciudad, solo el susurro suave de los árboles al mecerse por el viento, acompañados de los sonidos de algunos grillos y pájaros.
Desde lo alto, se sentía frescor y reinaba la paz.
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Roomies | Kookmin Au ✔
أدب الهواةJm empieza la universidad y necesita habitación. Jk era su última opción, ninguno se los dos podía negarse. Solo tenían tres reglas: - Cero sentimentalismos - No meterse en las cosas del otro - No acostarse juntos Pero, las reglas existen para rompe...