Jimin tomó su mano y extendió los dedos delgados de Jungkook. Su piel era un poco áspera y más grande que la suya.
—Por ese —señaló Jimin el dedo medio. En donde había una carita.
—Me lo hice a los dieciséis años. Mi madre se volvió loca cuando lo vio, no tiene un significado en sí. Sólo un adolescente rebelde que quería tener un tatuaje. Terminé castigado sin salir de casa al menos en un mes —explicó sonriendo.
Jimin seguía con la vista en las líneas de tinta negra que decoraban el brazo del alfa. Tenía detalles tan únicos, peculiares y preciosos.
—¿Con cuál continuamos?
—Esas líneas —respondió tocando con un dedo cada una de ellas.
Jungkook al sentir aquel tacto contuvo el aliento. Continuó.
—Creo que tenía dieciocho o diecinueve cuando me hice este —explicó frotándose el brazo con el pulgar—. Mientras pasaba por una fase… difícil. Pero ya la tengo superada, cada línea representa un mes.
—¿Y por qué no tienen el mismo grosor?
Jungkook tragó saliva y desvió la mirada antes de responder.
—Los primeros son más gruesos porque el dolor era mayor. En algún momento empezó a disminuir, y por eso las líneas también se volvieron más finas.
—Ese de ahí arriba parece como una especie de código —murmuró Jimin, tratando de descifrar lo que tenía en el brazo.
—Mierda —exclamó Jungkook con una media sonrisa—. Creí que no te darías cuenta.
Jimin abrió los ojos como platos.
《Ay no》
—Por favor dime que no te tatuaste el nombre de tu ex, Jeon Jungkook.
—¿Lo considerarías algo malo?
—Pobre alfita —respondió el omega acariciándole—. ¿Y ahora tienes que recordarlo cada día?
Él negó con la cabeza.
—¿Te parezco el tipo de persona que se tatúa el nombre de su pareja? No soy tan idiota.
—¿Ah, no? —insistió Jimin provocando. El alfa le dio un leve golpe en la frente—. ¡Oye!
—Busca Hana en código morse.
—Espero que no le hayas roto el corazón a la tal Hana —dijo el omega, contemplando los puntos y rayas.
—Pues sí, con cada tatuaje. A mi madre no le gustan.
—Un momento, ¿Te tatuaste el nombre de tu madre? —preguntó sorprendido.
—¿Si?
Jimin se llevó las manos al corazón.
—Aww es tan adorable, Jungkook.
El alfa reaccionó con una mueca.
—Ya va, siguiente.
—Mmm… la flor.
—Ya te hablé de mi padre. La flor es el último tatuaje que me he hecho. Quizá suene de lo más ingenuo, y el motivo es muy recurrente, pero… Para mí es un símbolo de libertad. Tardé mucho en conseguirlo, pero por fin logré romper lazos con mi padre. Antes buscaba su reconocimiento e intentaba parecerme a mi hermano, a pesar de que en realidad me parezco mucho más a mi madre. Me costó mucho aceptarlo, pero cuando lo conseguí me sentí liberado. Ese tatuaje es como si hubiera florecido y está ahí para recordármelo siempre.
Jimin sin darse cuenta, durante la explicación que le estaba dando Jungkook, se había dedicado a contemplar el perfil de este y sus pestañas.
—No te puedes imaginar hasta qué punto te comprendo…
El alfa miró al omega y le sonrió.
—Después de conocer a tu madre, seguramente me lo puedo imaginar.
Se quedaron unos minutos en silencio. Jungkook mirándolo y Jimin detallando la tinta negra. De pronto, vio uno que le llamó la atención, tomó el brazo y se acercó más.
—¿Es en serio?
Jungkook tenía la segunda estrofa de A Beautiful Lie de Thirty Seconds To Mars. Jimin no podía creerlo, era una de sus canciones preferidas.
—Creo que tenemos más en común de lo que creías, rosita. —A continuación, bajó el brazo y se reclinó un poco más, de manera que ambos quedarán echados uno al lado del otro.
Estaba cerca, el corazón de los dos latía cada vez más.
Jimin contempló una vez más sus tatuajes. Le quedaban muy bien, y ahora más que tenían una historia detrás. Luego subió la mirada a los ojos de Jungkook, tenía un brillo en sus ojos, pero no un cualquiera, era uno que ninguno de los dos podría describir.
—Debería irme a mi habitación… —murmuró el alfa.
Jimin asintió.
—Sí…
Pero ninguno de los dos dio muestras de estar a punto de levantarse. En lugar de eso, se quedaron mirándose hasta que sus párpados empezaron a ser pesados. Jimin envuelto en el aroma de Jungkook, de la calidez que irradiaba su cuerpo y el eco de las historias contadas.
Los dos se quedaron dormidos.
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Roomies | Kookmin Au ✔
Fiksi PenggemarJm empieza la universidad y necesita habitación. Jk era su última opción, ninguno se los dos podía negarse. Solo tenían tres reglas: - Cero sentimentalismos - No meterse en las cosas del otro - No acostarse juntos Pero, las reglas existen para rompe...