Roomies | Kookmin Au ✔

♡ - 33

♡ — Más tarde...

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POV JIMIN

Mientras esperábamos a que llegara nuestro taxi, me acerqué a la barra para pedir una botella de agua para Taehyung.

—Vuelve a hacer lo de antes y pídeme un tequila —me susurró Jungkook al oído.

De tan solo sentir su aliento tan cerca, me estremecí. En otras condiciones, me hubiera puesto a gritar al notar a un alfa acercándose tanto; sin embargo, con él mi cuerpo reaccionaba de otro modo. En lugar de intentar marcar distancia, sentía la inclinación de  acercarme más.

Reprimí ese impulso y me volteé para mirarlo, tenía las pupilas dilatadas y brillosas, las mejillas las tenía coloradas. Le hablé.

—Antes me estabas mirando…

Él se me acercó y apoyó sus manos en la barra, quedándome encerrado en su brazos. Intenté retroceder, pero era en vano, mi espalda chocaba contra el tablero. Se acercó aún más, y cuando sus labios rozaron mi oreja, sentí un hormigueo por todo el cuerpo.

—Quizá.

—Estás borracho…

Jungkook se separó un poco de mí.

—Podría ser.

—¿Se puede saber qué te pasa?

Al ver que no respondía y que se limitaba a mirarme de manera fija, aproveché en apoyar mis codos a la barra, fingiendo estar tranquilo. No quería que Jungkook se diera cuenta de lo mucho que causaba en mí al tenerlo cerca.

—Me ha tocado la lotería contigo —dijo al fin, inclinando la cabeza antes de continuar—. No te entiendo…

—Pues ya sabes lo que se siente no entender —respondí.

—Te pasas el día lloriqueando y esparciendo tu aroma por todo el piso —continuó.

—Para de quejarte, alfa gruñón.

—¿No podrías ser un alfa, rosita? Así sería todo más fácil…

Se inclinó un poco más hasta que quedó peligrosamente cerca de mí, el puso se me aceleró. Después de varias semanas en las que apenas nos habíamos visto, tenerlo tan cerca me sobrepasó. Sentí un cosquilleo por todo mi ser.

—Ya sé que lo preferirías, pero no hay nada que hacer. Para tu mala suerte, te has topado con un omega.

Los ojos de Jungkook pasearon por todo mi cuerpo hasta clavarse en mis labios. Sin darme cuenta, contuve el aliento.

Y luego, como si se hubiera dado cuenta de la situación, dio un paso atrás y apartó las manos de la barra. Un gemido de frustración escapó de sus labios.

En ese instante, el camarero trajo la botella que había pedido antes. Pagué y cuando me disponía a pasar por el lado de Jungkook, me tomó por el brazo y sentí como le acarició con el pulgar. La voz se me erizó total.

—¿A dónde vas?

—Con Taehyung. Luego a casa. Que lo pases bien con ese de ahí —señalé con la cabeza al chico que desde hace un rato llevaba mirándonos—. Creo que se muere de ganas de tenerte con él.

Jungkook tiró de mí para acercarme un poco más a él. Notando su aliento cerca de mis labios, murmurando y mirándome a los ojos en busca de una respuesta.

—¿Y tú de qué tienes ganas, Jimin?

Sonriendo, negué con la cabeza. Sabía a lo que se refería.

—De dormir, alfa gruñón. De dormir.

Y con esas palabras, me marché en busca de mi mejor amigo.

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