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Eran alrededor de las 3 de la tarde cuando Chan llegó a casa

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Eran alrededor de las 3 de la tarde cuando Chan llegó a casa. Estaba un poco nervioso al salir del auto y enfrentarse a Shuhua, pero sabía que tenía que hacerlo. Mientras caminaba por el sendero, fue sorprendido cuando un plástico golpeó un lado de su cara. No fue doloroso, pero fue una sorpresa. Miró a su alrededor, pero una pequeña voz vino desde debajo de él.

—Disculpe, señor. ¿Puedo tener la pelota de vuelta, por favor?

Chan se quedó sin aliento mientras observaba al pequeño de ojos cafés que tenía delante. No podía evitar la acumulación de lágrimas en sus ojos y el disgusto que sentía hacia sí mismo. El apretón de su corazón era más fuerte ahora. El pequeño le sonrió. Él le devolvió la sonrisa temblando, reuniéndose antes de recoger la pelota, agachándose y devolviéndolo al pequeño de ojos brillantes.

—Aquí tienes.

Jungwon le devolvió una sonrisa llena de megavatios, mostrando sus adorables dientes de leche.

—Tank you.

—De nada —Chan estaba a punto de preguntar qué tal estaba hoy, cuando llegó la voz de Jeongin.

—Cariño, Jungwon... ¿Por qué te estás demorando tanto? —Chan se levantó de inmediato y observó al padre que se estaba acercando hacia ellos, pero dirigiéndose a su hijo con suavidad—. Jungwon, creo que es hora de que tomes un baño temprano, amor. La tía estará aquí dentro de una hora.

—Oki, papá —Jungwon se volvió hacia Chan, obviamente, extrañando por la tensión entre los adultos—. ¡Adiós, señor!

Chan movió la mano.

—Adiós —soltó una risita acuosa cuando vio a Jungwon correr hacia su papá, quien alborotó el cabello del pequeño y señaló la casa. Jungwon saltó todo el camino hacia la puerta principal, deslizándose hacia la casa. Los ojos de Chan se giraron para encontrarse con la mirada de Jeongin, ceñudo y enojado, se frotó la nuca, aclarando su garganta, gesticulando—. Gran niño.

Jeongin cruzó los brazos a lo largo de su pecho.

—Crees que no sé que mi hijo es un gran niño. ¡Lo crié, así que sé muy bien, Bang!

—No, no estaba diciendo que... Jeongin, yo... —Chan comenzó, pero Jeongin interrumpió.

—¡Aléjate! ¡Aléjate de mi hijo, Chan! —con eso, Jeongin se marchó directamente hacia la casa y cerró la puerta detrás de él.

Chan tragó saliva, murmurando; Mierda, me merecía cada maldita palabra.

—¡Chan! —la voz de una frustrada Shuhua vino.

Chan suspiró. Genial, sólo... genial.

Se volvió hacia su esposa de rostro enojado junto al porche delantero, no quería hablar en este momento, así que simplemente terminó caminando junto a ella. Podía oírla caminar detrás de él, con los pies pegados al suelo.

—Chan...

—¿A qué hora estará aquí papá? —Chan interrumpió a Shuhua, dejó caer sus llaves y su chaqueta antes de caminar hacia la nevera para buscar algo de agua.

—¿No tienes nada que decir por ti mismo, Chan?

Chan se pellizcó el puente de la nariz, antes de mirar a Shuhua.

—Mira, Shuhua... no voy a recuperar lo que dije si eso es lo que buscas. Lo repetiría de nuevo si tuviera que hacerlo, así que basta, por favor. Tenemos que organizarnos desde que invitaste a mi papá a cenar —con eso Chan comenzó a sacar cosas de la nevera para cocinar.

Shuhua, sin embargo, fue persistente.

—Chan...

—¡Suficiente! ¡Dije suficiente! —Chan bramó.

Eso pareció callar a la chica, ella pisó aún más fuerte de lejos. Mientras tanto, Chan se quedó allí sacudiendo la cabeza, suspiró mientras miraba los artículos del pastel que no estaban preparados. Después de que Seungmin le contó lo que hizo su padre, Chan no estaba esperando la cena de esta noche. Desafortunadamente él tuvo que pasar por eso.

Chan llevaba una chaqueta azul con unos jeans negros. Shuhua llevaba un vestido rojo que le quedaba a la perfección. Fue a responder a la puerta exactamente a las 6 de la tarde. Trató de contener su irritación por su padre tan pronto como lo vio.

—Papá.

—Hijo —su padre asintió, dándole un golpecito en el hombro antes de entrar.

Chan podía escuchar a Shuhua y Yongguk riéndose en la cocina. Bueno, no siempre se llevan bien. Chan estaba a punto de cerrar la puerta cuando notó que un auto azul se estacionó justo afuera del patio delantero de Yang. Su curiosidad alcanzó su punto máximo cuando un hombre con un traje negro, caro y bien adornado salió. El hombre tenía el cabello castaño.

Chan observó cómo el hombre sacaba algunas rosas rojas y limpiaba su traje antes de caminar lentamente por el sendero de Yang. Este hombre parecía que iba en una... cita. ¿Qué cita? ¿Con quién? Chan se dio cuenta de que su ritmo cardíaco comenzó a acelerar, y mariposas empezando a bailar en su vientre.

El hombre llamó a la puerta, se abrió. Chan agudizó sus oídos para escuchar. Las casas estaban cerca, por lo que podía oír la débil risa y la conversación. Su pánico aumentó cuando finalmente reconoció la voz de Jeongin. ¿Jeongin iba a salir en una cita?

Las sospechas de Chan se confirmaron cuando el recién llegado que se llamaba Hyunjin, escoltó a Jeongin sonriendo y ruborizado, al auto con una mano en el centro de la espalda.

Chan apretó los dientes con molestia, seriamente debería mantener sus manos para sí mismo. ¿Hace cuanto tiempo que ese arrastrando conoce a Jeongin? Él debe respetar los límites. ¿Y qué hay de Jungwon? Eso convirtió su frustración hacia Jeongin. ¿Cómo puede Jeongin dejar atrás a su hijo solo para poder salir en una cita? La voz dentro de su cabeza decidió decir: Dejaste a tu hijo también, recuerda, Chan. El chico hizo que su corazón se estrujara ante eso.

Su enfoque volvió a la pareja después de un minuto, y uh... no pongas en marcha ese auto. En serio, esa cosa no llega a nada para Jeongin.

Sabe que pronto Jeongin perderá interés. A Jeongin le encantaban los autos clásicos como el suyo y por favor, a Jeongin no le gustaban los tipos así. Hyunjin se ve... demasiado raro para el gusto de Jeongin, eso es seguro. Y lo que era con el acento... en serio. No, no está en eso... no señor. Sin embargo, observó que el auto se alejaba. Ni siquiera se había dado cuenta de que estaba temblando ligeramente.

—¡¿Chan?! ¡Ven aquí, chico! ¡Nos tienes que preparar la cena! —Bang Yongguk gritó.

Chan gimió, uh, olvidó que su papá estaba ahí. Chan respiró hondo. Esta iba a ser una larga noche.

 Esta iba a ser una larga noche

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