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Chan había escogido un lugar debajo de un hermoso y gigantesco roble

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Chan había escogido un lugar debajo de un hermoso y gigantesco roble. Jungwon ayudó a Chan con la preparación del picnic, mientras que Hyunjin y Jeongin se quedaron observando. Bueno, Jungwon insistió en que solo él ayudaría a papá a preparar el lugar de picnic.

Jeongin encontró a su hijo como un ser humano de espíritu muy libre. Era muy jovial y enérgico. Bueno, supongo que la mayoría de los niños son exactamente iguales. Pero para él su bebé era especial y único. Le encantaba ver a su bebé tan vivo.

A decir verdad, Jungwon es algo más feliz. Él adivina que tuvo algo que ver con Chan y él estuvo y siempre estará agradecido.

—Vamos a otro lugar, ¿sí? —Hyunjin se pegó a lo largo de Jeongin, envolviendo sus brazos alrededor del torso de Jeongin y besando su cuello.

Jeongin se sobresaltó de sus pensamientos. Él no era un fanático de estar a escondidas y Jungwon sabe que son amigos, por lo tanto, lo estaba haciendo sentir incómodo. Lentamente se despegó del agarre de su novio, explorando el lugar en busca de Jungwon solo para encontrarlo tratando de ayudar a su papá a sacar algo del maletero. Oh, gracias a Dios. Rápidamente se volvió hacia su compañero ligeramente decepcionado.

—Hyunjin, ¿qué estás haciendo? Sabes que Jungwon podría vernos.

Hyunjin resopló molesto.

—¿Y qué hay de malo con eso, Jeongin? ¿Sabes qué? Creo que deberíamos decirle a Jungwon.

—¡No, absolutamente no! —escupió Jeongin—. ¿Cuántas veces debo explicarte? Yo soy el que decide cuándo Jungwon estará listo para conocerte como algo más que un amigo.

Hyunjin estaba a punto de replicar cuando Chan habló, mirando a la pareja con curiosidad.

—¿Todo bien, Jeongin?

Jeongin fingió una sonrisa.

—Sí, por supuesto... Hyunjin y yo estábamos hablando de lo hermoso que se ve el lugar especialmente con los lirios.

Chan frunció el ceño. No quería decir nada más porque Jungwon estaba sentado sobre sus hombros. Aunque no era estúpido, podía ver la tensión entre la pareja y no le gustaba especialmente cuando su hijo estaba cerca. Fijó sus ojos en los de Hyunjin.

—No quiero que arruinen el picnic —advirtió lentamente—. Eso no me gustaría mucho.

Jeongin vio como Hyunjin quería mirar a Chan, pero falló, se volvió un poco incómodo, desvió sus ojos al suelo.

—Entendido.

—Bien —Chan sonrió ampliamente antes de guiar a él y Jungwon a la zona de picnic, gritando por encima del hombro—. ¿Están viniendo?

—Sí, danos un segundo —respondió Jeongin y se volvió hacia Hyunjin, con un pequeño ceño fruncido—. Hablaremos más tarde. Mientras tanto, actuemos.

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