Capítulo 8: La Última Noche.

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Tras terminar de ducharse, Daniela salió del baño en silencio, encontrándose con que su acompañante había organizado todas las bolsas a un lado de la enorme estancia, permitiendo que el área de la televisión quedara disponible para que ambas pudie...

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Tras terminar de ducharse, Daniela salió del baño en silencio, encontrándose con que su acompañante había organizado todas las bolsas a un lado de la enorme estancia, permitiendo que el área de la televisión quedara disponible para que ambas pudieran disfrutar.

-Tú eliges la película- Anunció Daniela al ver que la mujer le extendía el control remoto de la tv. La mujer negó rápidamente, insistiendo en extendérselo- Si me haces elegir, pondré una de las tuyas.

-Por favor, no- Pidió entre risas- Cualquier cosa menos eso.

-Siempre han sido mis películas favoritas- Comentó la joven antes de sentarse en el suelo, apoyando la espalda en el sofá. La mujer mayor se sentó junto a ella y se decidió a poner la primera comedia romántica que encontrara. Daniela, sin darle muchas vueltas al asunto, apoyó la cabeza en el hombro de Poché, quien no rechistó ante el contacto.

Pasada la 1 de la mañana, Daniela se encontraba completamente dormida, apoyando la cabeza en el regazo de Poché, pues, tras dormirse, se había resbalado de el hombro de esta, y la mano derecha aún reposada en el cuenco de palomitas a medio comer.

La actriz apagó la tele cuando la película llegó a su fin, para luego posar la mirada en la chica que dormía plácidamente apoyada en su regazo. Sin pensarlo demasiado, acarició el delicado cabello de la joven con delicadeza, para luego acariciar la mejilla expuesta mientras su corazón comenzaba a latir apresuradamente.

¿Realmente se estaba enamorando de alguien de 19 años? ¿Acaso estaba perdiendo la cabeza?

Si, sin duda estaba perdiendo la cabeza, pues su interior gritaba que llevara a la muchacha a la cama y le rogara que la hiciera suya.

Sacudió la cabeza, intentando quitarse esos pensamientos, para luego, con delicadeza, sacudir el hombro de Daniela, intentando despertarla. La joven dejó escapar un gruñido antes de acomodarse más en el regazo de la actriz.

-Dani- Susurró en su oído- Debemos irnos a la cama.

Una adormilada Daniela se levantó del suelo con ayuda de la morena, quien casi la llevó cargada hasta la cama, para luego arroparla con cuidado. Fue en ese instante que un brazo de la supuesta adormilada Daniela se envolvió en la cintura de Poché, atrayéndola hacia la cama. La actriz no tuvo más remedio que dejarse llevar por la acción de la joven. Ambas quedaron abrazadas en el medio de la cama King Size, Daniela poniendo algo de presión en el agarre para que Poché no pudiera apartarse de ella. La mujer mayor sonrió complacida de sentir la calidez de la joven, mientras ésta apoyaba la cabeza en su pecho, permitiendo que Poché pudiera acariciar el cabello de su apartamento hasta caer rendida.

El sonido del tono de llamada del móvil de Daniela hizo que la castaña se despertara de golpe. Comprobó la hora... las 3:20 de la mañana, ¿A quien se le ocurría estar llamando a esa hora? Daniela dejó escapar una bocanada de aire antes de contestar. Poché, que también se había despertado, prefirió fingir que seguía profunda, para que la castaña pudiera hablar sin preocupaciones.

-¿Juliana?- Susurró Daniela confundida- ¿Porqué me estás llamando a esta hora?- Daniela se sentó en el borde de la cama mientras frotaba sus ojos- No, claro que no me pasó nada- Continuó hablando- Preferí quedarme en otro lado, el hostal que Sebastian saco estaba en un lugar súper peligroso... no te preocupes por mi, mañana sale el vuelo a casa... ¿Estarás en Los Ángeles? ¡Eso es genial! De acuerdo, luego hablamos.

Daniela terminó la llamada antes de regresar a la cama. Por un segundo su mirada se encontró con el rostro adormilado de Poché, y sintió mariposas en el estómago. Realmente deseaba poder tener esa visión al despertarse cada mañana, pero debía conformarse con tenerla esta última noche. Sin pensarlo dos veces, volvió a envolver sus brazos en la cintura de la actriz, que no pareció darse cuenta de lo que había sucedido.

La alarma del móvil de Poché la despertó a la hora de siempre, aunque, para su sorpresa, la joven que la acompañaba ya estaba despierta y lista para empezar el día.

-Buenos días- Dijo Poché con una sonrisa- Huele delicioso- refiriéndose al desayuno que la castaña había preparado.

-Pensé que un buen desayuno de despedida podría expresar mejor que las palabras cuan agradecida estaba de tu hospitalidad- Aseguró la joven mientras terminaba de acomodar los platos en la mesa.

-Fue un placer para mi tenerte aquí, Daniela- Comentó la mujer sonriendo mientras se sentaba a la mesa- Es una pena que haya sido por tan poco tiempo.

-Me hubiera encantado quedarme un poco más- Informó la chica, fijando la mirada en el plato.

-Podrías hacerlo si así lo deseas- Un hilo de esperanza de que la joven se quedara brilló en los ojos de la actriz.

-Es imposible, debo dejar todo en orden en Los Ángeles antes de que comience el rodaje, no quiero que nada quede fuera de su sitio antes de marcharme por varios meses- Comentó la castaña llevándose un trozo de bacon a la boca.

-Tienes razón, además, pasaremos mucho tiempo juntas cuando comience el rodaje- Recordó la actriz, trayendo algo de alegría al interior de ambas. Daniela asintió sonriendo- Estaría genial si contemplaras la posibilidad de hospedarte aquí durante esos meses.

-¿Me estás proponiendo compartir apartamento durante el rodaje?- Preguntó Daniela entre sorprendida y entusiasmada. Poché asintió sin tardanza- ¡Eso sería estupendo!- La emoción de la muchacha hizo que saltara del asiento y fuera a abrazar a Poché con efusividad, abrazo que la mujer no tuvo reparos en aceptar.

Tras terminar de desayunar, o pretende hacerlo por parte de Daniela, Poché se preparó para acompañarla hasta el aeropuerto, pues su vuelo saldría en un par de horas. El pensar en volver a su rutina sin la alegría de Daniela a su alrededor la hizo entristecer. ¿Estaba preparada para decirle adiós a su sorpresiva compañía?

Daniela se terminó de preparar, a pesar de ser lo que menos deseaba. No quería que aquel viaje acabara, pero la promesa de pasar meses junto a Poché durante el rodaje hizo la despedida mas llevadera.

Ambas subieron por última vez al Cadillac juntas, y este puso rumbo al aeropuerto. Esta vez, a pesar de que el camino fue nuevamente en silencio, Daniela había dividido apoyar su cabeza en el hombro de la mujer junto a ella, a lo que está, no tuvo inconvenientes.

Pronto, dio la hora de partir.

-Quiero darte una cosa antes de que te marches, Dani- Habló Poché, entregándole una pequeña tarjeta. La joven la observó desconcertada- Es mi número de móvil, por si te apetece que hablemos en estos días- Daniela sonrió complacida, no se había parado a pensar en que ni siquiera tenía el número de su acompañante.

-Lo haré sin falta- Aseguró la castaña antes de fundirse en un tierno abrazo con la actriz, quien sintió los ojos humedecérsele un poco.

-Ten cuidado ¿De acuerdo?- Pidió la mujer con tono de voz sobre protector, la joven asintió rápidamente, antes de darle un beso en la mejilla y darse la vuelta, pues si no se marchaba en aquel instante, tenía la sensación de que no lo haría nunca.

Poché la observó alejarse, y sintió su corazón entristecer.

Poché la observó alejarse, y sintió su corazón entristecer

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