Un trabajo en común era lo único que relacionaba a Daniela Calle con la aclamada actriz Poché Garzón. Lo que nunca imaginó fue que su desdichada fortuna la llevaría directo a los brazos de la renombrada actriz. ¿Conseguirá quedarse entre ellos?
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Esa misma noche, Poché decidió ir por sus hijos a Los Ángeles. La actriz tenía claro que no podía dejar un segundo más a sus hijos en manos de su padre. Lo mejor era poner las cartas sobre la mesa de una vez, enfrentar a Johann, y si todo debía salir a la luz, que saliera.
La mansión Verá-Garzón nunca se había sentido como un hogar para ella; aquellas paredes llenas de ostentosos adornos, las habitaciones perfectamente ordenadas, los colores coordinados con precisión... nada le infundía ningún tipo de añoranza cuando estaba fuera, ni siquiera las estructuradas fotografías de su familia que podían encontrarse alrededor de la propiedad, pues sabía perfectamente que su familia siempre había sido una mentira.
Aquella vez, al llegar a la mansión, no sintió nada más que indiferencia. Su corazón solo deseaba llevarse a sus hijos, y regresar a su pequeño, comparado con aquella casa, apartamento en Londres, donde podía dormir en brazos de su verdadero amor.
-¡Mamá!- Escuchó la voz de Kylian desde lo alto de las escaleras. Poché sonrió al instante, mientras el joven se apresuraba escaleras abajo, hasta envolverla en un fuerte abrazo. Poché besó su frente- No espera verte tan pronto, pensaba que tardarías más en Londres.
-En realidad, se podría decir que me he escapado- La actriz dejó escapar una pequeña carcajada culpable. Aquella confesión sorprendió al joven, quien estaba acostumbrado a que su madre fuera muy estricta en cuanto al trabajo.
-¿En serio?- Preguntó sorprendido.
-Los extraño mucho, no me pude contener- El joven frunció el ceño ante la mentira de su madre; ella noto esto al instante- De acuerdo, supongo que eres lo suficientemente adulto como para que no te mienta.
-Te lo agradezco, nunca se te ha dado demasiado bien eso de mentir, mamá- Poché dejó escapar una carcajada al recordar esas mismas palabras saliendo de Daniela.
-Me lo han mencionado- Kylian rió junto a ella- Pero bueno, vine porque...- Intentó buscar las palabras adecuadas, pero parecía que nada podría rebajar la intensidad de la situación.
-Es por Papá ¿Cierto?- Poché le observó sorprendida, aunque asintió lentamente.
-En realidad, por tu hermana- Aclaró la actriz, colocando los cabellos rebeldes del joven tras sus orejas.
-Está en su habitación, no ha querido hablar mucho conmigo, y, siempre que lo hace, terminamos peleando, así que, supongo que es mejor así- La morena pudo notar el pequeño resentimiento en el tono de voz de su hijo, lo cual la alarmó un poco.
-No te molestes con ella, Ky, esta muy cerca de entrar en la adolescencia, y tú ya estás a nada de serlo, créeme, a esa edad yo no quería ni ver a mi hermana- Mintió, en un tonto intento de hacerle sentir mejor.
-No creo que sea solo eso, ella... ha estado pasando mucho tiempo con Papá, y él... él siempre dice cosas feas sobre ti- la tristeza ahora se colaba en los ojos verde aceituna del chico- Yo lo intento ignorar los más posible pero, Kenya... ella... le da la razón.
