Capítulo 35: Esperanza.

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La cafetería estaba considerablemente vacía

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La cafetería estaba considerablemente vacía. La hora de la comida había pasado, por lo que el resto de las personas dentro del recinto estaban más preocupados en sus asuntos que en la presencia de una famosa actriz y su hijo, los cuales disfrutaban de un café mientras charlaban con calma.

Poché estaba bastante intrigada en ese secreto que Kylian, y ahora Daniela, le ocultaban.

-Iré al grano, mamá, porque se que te pone ansiosa la espera- habló el joven, rompiendo el hielo. Poché siempre agradecía a dios por la dicha de tener un hijo tan atento como Kylian- Escuché tu conversación con Daniela en el hotel- Poché sintió su sangre helarse mientras el corazón comenzaba a latirle a mil por hora-  Se que están enamoradas.

-Hijo... ella... es solo una amiga- intentó mentir. Kylian río al notar que aquella conversación era muy parecida a la que habían compartido la noche anterior. Poché dejó escapar una carcajada, segura de que su pequeña mentira no había convencido a su hijo- Puedo explicarlo.

-No tienes que hacerlo, mamá- Kylian tomó su mano con cariño- Nunca te había escuchado hablar con tanta felicidad como mientras hablabas con ella, quiero que siempre estés así, no quiero que Johann te haga más daño- Poché sintió las lágrimas amenazando con salir, mientras acariciaba el cabello de su hijo.

-¿En qué momento creciste tanto como para entender lo que está sucediendo?- Bromeó la actriz enjugando una de sus lágrimas- Se supone que deberías estar entrando en la etapa rebelde ¿Sabes? Y no deberías querer saber nada de mi- ambos dejan escapar un par de carcajadas que no captaron la atención de nadie antes de abrazarse con fuerza.

-Todo estará bien, mamá, ya lo verás- habló el joven sin deshacer el abrazo.

-Lo sé, mi vida, lo sé.

Tras unos minutos más de conversación, Poché permitió que Kylian regresara al hotel con uno de los guardaespaldas, pues el joven volvía a tener una cita con el chico del que le había hablado. La actriz lo acompañó hasta el auto, para luego regresar a la habitación de su amada.

Daniela estaba concentrada viendo la televisión, estaban pasando una de las películas de Poché, por lo que la joven estaba prácticamente hipnotizada con esta, tanto que no notó a alguien entrar en la habitación hasta que esta se recostó junto a ella. La castaña sonrió complacida al sentir el abrazo de la actriz que más amaba. Depositó un beso en su frente sin apartar la vista de la tele.

-Amor, no veas eso, que vergüenza- Pidió Poché escondiendo la cara en la almohada. Daniela dejó escapar una carcajada.

-Es mi película favorita- aseguró la morena entre risas.

-Eso dices de cada una de mis películas- Le recordó sin apartar el rostro de la almohada.

-Todos son mis favoritas- Poché finalmente apartó el rostro de la almohada, solo para apoderarse de los labios de su acompañante.

Daniela la observó sonriente, mientras acariciaba su rostro, aunque, pronto, la sonrisa de la castaña desapareció al notar algo en el rostro de su amada.

- ¿Qué le pasó a tu rostro?- Daniela frunció el ceño mientras Poché se apartaba rápidamente intentando ocultar su rostro.

-Nada- intentó mentir.

"No sé te da bien mentir Poché" se recordó a sí misma.

-Esperaba que no te dieran cuenta con el maquillaje corriéndolo- Confesó la actriz con calma, a sabiendas de que no podría ocultárselo más- Nadie más lo hizo.

-Nadie se te acerca tanto como yo- Poché asintió ante la lógica de la joven- ¿Qué pasó?

-No tiene importancia, amor- El inútil intento de olvidar el tema no funcionó, Daniela seguía sin sonreír, observando a Poché con frustración mientras su mente conectaba ciertos cabos sueltos- no es nada.

-Johann está en Londres ¿Verdad?- Soltó de repente- El te hizo eso- Los nervios de Poché se hicieron notables al no poder mirar directamente a la joven, confirmando así sus sospechas. Daniela dejó escapar una bocanada de aire enfurecida- ¡Lo voy a matar!

Tras eso, Daniela se levantó de la cama de golpe, solo para marearse y tener que volver a sentarse. Poché la sujetó.

-No seas imprudente, Dani, aún no estás completamente recuperada, por favor, cálmate ¿Si?- Daniela negó con la cabeza- Déjame lidiar con Johann por mi cuenta, por favor- Poché comenzó a acariciar su cabello, intentando distraerla- Voy a estar bien, mi amor, se defenderme.

-No lo parece- Alegó la joven mientras rodeaba la cintura de Poché con sus brazos, atrayéndola contra ella. Ya que Poché estaba de pie y ella sentada en la cama, el rostro de la castaña quedó apoyado contra el estómago de su acompáñate, mientras esta continuaba acariciando su cabello- Ese malnacido va a terminar matándote si no te alejas de él, mi amor, por favor déjame ayudarte, no puedo ni siquiera pensar en la idea de perderte.

-Mírame, Daniela Calle- Poché levantó el rostro de la joven, obligándola a mirarla a los ojos- Eso no va a pasar, Johann no va a hacernos daño de nuevo.

Daniela no intentó llevarle la contraria a la actriz por muy segura que estuviera de que Poché estaba equivocada. Prefirió volver a apoyar el rostro contra el vientre de su acompañante, sintiendo su calidez cochar contra sus mejillas, mientras los dedos de esta se deslizaban por su cabello. La castaña sabía que, al menos en aquel pequeño instante, la actriz estaba a salvo.

Poché sabía que prometer algo que no estaba segura de poder cumplir no estaba bien, pero no podía evitar querer calmar las preocupaciones de su joven acompañante. No importaba lo que pasara de aquel momento en adelante, ahora sabía que podía contar con su hijo, ahora había una pequeña esperanza de poder estar con Daniela para siempre, y eso, muy en el fondo, la llenaba de esperanza.

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