Un trabajo en común era lo único que relacionaba a Daniela Calle con la aclamada actriz Poché Garzón. Lo que nunca imaginó fue que su desdichada fortuna la llevaría directo a los brazos de la renombrada actriz. ¿Conseguirá quedarse entre ellos?
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Ninguna dijo una palabra durante el trayecto hacia el aeropuerto. Al parecer, el silencio era algo venerado por ambas.
Nuevamente, ambas abandonaron el Cadillac y fueron al mostrador de American Airline, para que le entregaran el billete de avión a Daniela, pero esta vez pasó algo diferente. Tras que la azafata le entregara el billete a Daniela, Poché se acercó al mostrador, y extendió su pasaporte. Luego la mujer tras el mostrador le extendió un billete de avión y le deseó un buen viaje.
-¿También viajas?- Preguntó Daniela confusa cuando la mujer estuvo cerca de ella nuevamente.
-No pienso permitir que estés sola si algo sucede- Aseguró la actriz con firmeza- Si hay alguna otra falla en el avión, o cualquier otro improvisto, prefiero estar a tu lado.
Daniela no pudo evitar dejar escapar una sonrisa al notar el gesto de la mujer.
-Pensaba que no pasaría nada más entre nosotras- Comentó la muchacha.
-Quiero disfrutar de tu compañía todo el tiempo posible, y que mejor que 10 horas de vuelo- Ambas sonrieron, antes de dirigirse a la inspección.
Tras esperar 20 minutos junto a la puerta de embarque, ambas se dirigieron al interior del avión, donde se despidieron, pues Poché tenía asiento en primera clase, y Daniela en Coach.
La joven sentía un incesante dolor de cabeza mezclado con un insoportable calor, pero aún así, consiguió encontrar su asiento. Dejó el equipaje de mano en el compartimento indicado, para luego sentarse y abrocharse el cinturón. Tomó los auriculares de su bolsillo y se dejó inundar por la música, aunque esto solo provocó que las imágenes de los últimos días se pasearan por su mente con libertad.
¿Como podía haber sido tan ingenua? ¿Como podía haberse enamorado de alguien imposible? Merecía estar en aquel estado, merecía tener el corazón roto, porque nadie en su sano juicio caería tan fácilmente. Pronto, el avión se llenó por completo, y, a continuación, algo inesperado sucedió.
Daniela levantó la vista, y vio como una elegante mujer caminaba por el pasillo, en dirección a ella.
-¿Poché?- Se apresuró a quitarse los auriculares antes de que la mujer lograra alcanzar su asiento.
-Buenas noches- Habló la actriz amablemente para la mujer que ocupaba el asiento junto a Daniela, quien la reconoció al instante.
-Dios mío... ¡Eres Poché Garzón!- Exclamó la mujer emocionada- He visto todas tus películas.
-Me alegro que te guste- Aseguró con amabilidad- Me preguntaba si habría alguna posibilidad de que considerara intercambiar su asiento por el mío en primera clase.
-¿Me está hablando en serio?- Habló la mujer sorprendida. Poché asintió al instante, bajo la mirada sorprendida de Daniela- Por supuesto que si.
-Genial, le enseñaré donde es- Ambas mujeres desaparecieron por el pasillo, dejando a Daniela atónita.
