Un trabajo en común era lo único que relacionaba a Daniela Calle con la aclamada actriz Poché Garzón. Lo que nunca imaginó fue que su desdichada fortuna la llevaría directo a los brazos de la renombrada actriz. ¿Conseguirá quedarse entre ellos?
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Daniela observó cómo el lugar y los paparazzis se alejaban desde la ventanilla del Audi de Juliana, pero su corazón sentía que, de quien realmente se alejaba, era de Poché.
Todo su ser deseaba tener a la morena cerca nuevamente; era increíble como su cuerpo se había acostumbrado, en tan poco tiempo, al contacto con la actriz que le había robado el corazón...
¡Por supuesto!
Pensó Daniela de repente, dejando escapar una leve carcajada. Por supuesto que Poché lo había fingido todo, ella era una gran actriz al fin y al cabo.
-¿Que es tan gracioso?- Preguntó Juliana, sacándola de sus pensamientos. Daniela negó con la cabeza- ¿Cuando piensas decirme qué pasa Dani?
-No pasa nada Juli, de verdad- Insistió la castaña, aún sabiendo que era inútil.
-Vale- Sonriendo- No pienso insistir- Una pausa- Por ahora- Daniela sonrió levemente. Hubiera deseado poder contarle lo sucedido a su hermana, porque, si alguien más lo sabía, Daniela podría dejar de sentir que todo fue un sueño, pero no podía hacerle eso a Poché, no podía exponerla de esa manera, no importaba cuanto daño le haya hecho, Daniela nunca la pondría en evidencia.
Poché se encontraba aún en el baño, buscando la manera de recomponerse, de sacar esa sonrisa fingida de su interior para engañar al mundo, a pesar de que su interior estuviera muerto al dejar a Daniela marchar. La castaña le había dado tanto en tan poco tiempo, tanta felicidad, que no podía razonar al estar sin ella.
Tras un suspiro, la mujer se acercó a uno de los espejos para retocarse el maquillaje, para ocultar su dolor.
Se sentía tan mal, que realmente no le importaba lo que la prensa pudiera opinar, pero no quería provocar un nuevo problema con Johann.
Lo mejor era fingir... que era feliz, que Johann era el amor de su vida, que no había mujer más plena en el mundo... una lagrima rebelde rodó por su mejilla, pero la enjugó con su dedo índice al instante.
Tras retocarse y recobrar la compostura, salió del baño.
Al salir, se encontró frente a frente con un ebrio Johann. Puso los ojos en blanco al notarlo. En aquel instante no se sentía capaz de liderar ni con su "Esposo" ni con nadie, solo deseaba volver a casa, cerrar los ojos y dormir hasta apaciguar aquel incesante dolor.
-¿Porque tardaste tanto?- Preguntó Johann de forma grosera.
-Estaba en el baño - Dijo molesta. Johann la tomó del brazo con brusquedad, pero Poché rápidamente lo apartó- Estamos en público- Johann levantó las manos en señal de paz.
-Es hora de volver a la fiesta- Anunció el hombre intentando mantener la calma. Poché hizo una mueca de asco al apreciar el olor a alcohol en el hombre- Cariño- Alegó con ironía.
-Quiero irme a casa, Johann- Pidió en un susurro.
-¡Ni lo sueñes!- Alegó con prepotencia- La gente podría pensar que tenemos problemas.
