Un trabajo en común era lo único que relacionaba a Daniela Calle con la aclamada actriz Poché Garzón. Lo que nunca imaginó fue que su desdichada fortuna la llevaría directo a los brazos de la renombrada actriz. ¿Conseguirá quedarse entre ellos?
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"Si algún día me preguntan por qué lo intenté tantas veces contigo, dire que lo hice porque estaba segura de que eras el amor de mi vida"
Las gotas de la lluvia, arrastradas por el viento fuerte, golpeaban contra las ventanillas de aquel taxi con desenfreno, mientras el automóvil viajaba a toda velocidad desde una punta de la antigua ciudad de Londres a la otra. En el interior del vehículo, una chica de cabellos castaños agitaba su pierna derecha con nerviosismo. ¿Acaso iba a llegar tarde el día más importante de su vida?
El tedioso tono de llamada de su móvil la hizo saltar en el asiento, sacándola de sus más íntimos pensamientos. Se llevó una mano al entrecejo, presionándolo con el dedo índice para intentar liberar su ansiedad, sin exito, antes de observar la pantalla del móvil. Se apresuró a contestar la llamada al ver de quien se trataba.
-¿Bueno?- Pronuncio en voz baja. La voz aguda al otro lado de la línea hizo que el tímpano le temblara.
"¿Donde estás Daniela? ¡Mira la maldita hora que es!"
-Lo siento, se me hizo un poco tarde.
"No quiero ninguna excusa, el único trabajo que tenías era llegar a tiempo a la reunión, y ni siquiera eso pudiste hacer"
Esas palabras golpearon un poco sus sentimientos, aunque no iba a ponerse a discutir con el hombre al teléfono, pues no era la primera vez que esto sucedida.
-Estoy a unas pocas calles de allí, lo prometo.
"Más te vale. Si pierdes esta oportunidad tendré que replantearme nuestro contrato"
-No es necesario Sebastian, ahí estaré.
"Recuerda lo que hablamos"
-"No digas más de lo necesario, limítate a presentarte ante todos y leer las líneas que te señalen, no querrás hacer el ridículo delante de personas tan importantes"- Repitió de memoria- Lo sé, Sebastián.
"Te olvidas de los más importante. Compórtate delante de... Ya sabes quien... si demuestras lo ton... lo inmadura que puedes llegar a ser, ella no tendrá piedad en echarte del proyecto"
Daniela tragó saliva. Por un momento había olvidado el mayor motivo de sus nervios aquella mañana.
Estaría frente a frente a una de las actrices más importantes de la década, quien no solo sería su compañera de reparto, si no también una de las productoras de la película.
Dejó escapar un suspiro antes de continuar hablando.
-No lo estropearé.
"Perfecto"
Y, tras esa simple palabra, la llamada terminó.
Daniela cerró los ojos intentando calmar nuevamente sus nervios, permitiéndose un pequeño segundo para recordar que la había traído hasta allí.
