Daniela había terminado la noche en el apartamento de su hermana, durmiendo en el sofá, aún con la ropa del día anterior.Se levantó de golpe, incorporándose. Observó a su alrededor, repasando en la mente lo sucedido la noche anterior.
La cena, la charla en el baño con Poché, la discoteca a la que fue con su hermana, la charla al final...
Daniela sintió una punzada de dolor en la cabeza, seguramente gracias a lo que había bebido la noche anterior. Se acarició la nuca con ambas manos antes de alcanzar su móvil, que descansaba sobre la mesa de centro.
Nada parecía demasiado importante en el aparato, por lo que lo dejó a un lado, y volvió a reclinarse contra el sofá.
-Buenos días, bella durmiente- habló Juliana con una sonrisa, sentándose a su lado y extendiéndole una taza con café.
-Gracias- murmuró Daniela antes de comenzar a beber el líquido negro.
-¿Como te encuentras?- Preguntó la rubia, mientras también bebía de una taza.
-Como una mierda, la verdad- Ambas rieron ante el comentario, para luego caer en un silencio incómodo que duró apenas unos segundos- Juli, sobre lo que te dije anoche...
-En realidad, no me dijiste mucho- Interrumpió la rubia- Pero sabes que puedes confiar en mi, sis, jamás diré nada, si eso es lo que te preocupa.
-¿Te llegué a decir el nombre de ella?- Preguntó sin pensar, pues no conseguía recordar con claridad.
-No, solo dijiste que era mejor que quedara en secreto- La castaña dejó escapar una bocanada de aire aliviada- Pero hay otro problemita- Daniela la observó confundida mientras la joven le entregaba una revista de cotilleos.
Y allí estaba ella, en primera plana...
"La Fiesta del Año no acabó como se esperaba. Las primeras en abandonar la velada fueron el rompecorazones del momento, Mario Ruiz, en compañía de su novia, la reconocida cantante Juliana Calle y la hermana de esta, la estrella en alza, Daniela Calle, quien parecía bastante afectada. Los tres pararon en una de las discotecas más movidas de la ciudad, pero estuvieron allí poco tiempo antes de que las hermanitas Calle salieran del lugar, al parecer en medio de una pelea, ¿acaso no se llevan tan bien como parece?"
Daniela rodó los ojos. ¡Que tonta noticia! Pensó, antes de continuar revisando la noticia, su corazón dio un brinco al ver de quien hablaban después.
"Otra que no se quedó mucho tiempo en su propia fiesta fue Poché Vera-Garzón, quien salió prácticamente corriendo del lugar. Johann Vera no tardó mucho en abandonar el lugar también, bastante enojado al parecer. ¿Habrá problemas en el paraíso Vera-Garzón?"
Daniela observó con detenimiento la foto que habían alcanzado a tomar de Poché. No se le alcanzaba a ver el rostro demasiado bien, pero Daniela podía distinguir la tristeza en este. Acaricio el contorno de la mujer sin notar la atenta mirada de su hermana, que no se le escapó este pequeño detalle.
-Ay Dani- Dijo la rubia tras atar cabos. Abrazó a la castaña rápidamente, mientras ésta intentaba contener las lágrimas, sin éxito.
-Necesito irme a casa- Balbuceó Daniela antes de limpiarse las lágrimas.
-¿Porqué mejor no te quedas? Podemos ir al cine o volver a salir- La castaña rápidamente negó con la cabeza- No te hará bien estar sola en estos momentos Sis, créeme.
-Lo prefiero, al menos por hoy- Habló la joven- Gracias Juli.
-¿Te llevó a casa?- La castaña negó nuevamente con la cabeza.
-Pediré un taxi- Informó la castaña. Juliana decidió no insistir, pues sabía que lo mejor era que viviera su dolor como ella quisiera.
Media hora después, Daniela por fin logró llegar a su apartamento, donde se dejó caer en el sofá, mientras las lágrimas caían sin cesar.
¿Como demonios se había dejado llevar por sus sentimientos de aquella manera tan tonta?
Enamorarse de Poché había sido la idiotez más grande que había hecho.
Tomó la revista, que se había llevado de casa de su hermana, y volvió a repasar la silueta de Poché en la fotografía. Su interior le gritaba cuanto necesitaba verla, sentirla.
Sacó el móvil de su bolso, y buscó entre los contactos el número que guardó aquel día en el aeropuerto.
Se quedó observando el contacto con el nombre de Poché. Su corazón gritaba que la llamara, mientras que su mente le decía que no cometiera esa estupidez.
Al final, decidió que ella ya había cometido muchas estupideces, que no importaba cometer otra.
Armándose de valor, hizo click en el icono de llamada, y se llevó el móvil al oído.
Dio timbre varias veces, parecía que nadie iba a contestar, hasta que, tras 5 tonos, Daniela pensó que iba a enviarla al buzón de voz, pero se sorprendió al ver que alguien contestaba.
"¿Bueno?" Aquella voz aterciopelada hizo que Daniela se quedara en shock. Ni siquiera había pensado que decir. "¿Bueno?" Repitió Poché al otro lado de la llamada. "¿Hay alguien ahí?" Continuó la morena. Daniela seguía sin saber que decir "Se habrán equivocado" escuchó a Poché decir mientras su voz se escuchaba más lejana, como si hubiera alejado el teléfono de ella.
-Poché- habló Daniela, consciente de que si no lo hacía la mujer iba a cortar la llamada.
"¿Dani?" Ahora la voz de la actriz se escuchaba melancólica a la vez que algo emocionada "¿Eres tú?"
-Si- se limitó a contestar- Se que no debería llamarte pero...- Se detuvo, sabía que no debía decirle que la echaba de menos, o solo empeoraría las cosas.
"¿Pero?" Repitió la actriz.
-Nada, esto fue un error- tras decir esto, y sin permitir que Poché dijera nada más, Daniela cortó la llamada y lanzó el móvil al otro extremo del sofá.
Sin duda había cometido otra estupidez.
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Broken
FanfictionUn trabajo en común era lo único que relacionaba a Daniela Calle con la aclamada actriz Poché Garzón. Lo que nunca imaginó fue que su desdichada fortuna la llevaría directo a los brazos de la renombrada actriz. ¿Conseguirá quedarse entre ellos?