Un trabajo en común era lo único que relacionaba a Daniela Calle con la aclamada actriz Poché Garzón. Lo que nunca imaginó fue que su desdichada fortuna la llevaría directo a los brazos de la renombrada actriz. ¿Conseguirá quedarse entre ellos?
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N/A: Este capítulo contiene escenas dirigidas a adultos.
El trayecto de regreso al apartamento fue en completo silencio.
Daniela seguía incrédula ante la actitud de la mujer. ¿Como era posible que primero la besara, luego se marchara llorando, y ahora le reclamara porque se fue sin decirle? Comenzaba a sospechar que Poché estaba un poco mal de la cabeza.
Poché seguía alterada, intentando comprender la actitud irresponsable de su acompañante. ¿Acaso no era consciente del peligro al que se expuso?
Tras llegar al edificio, Daniela se apresuró a salir del vehículo tal cual adolescente haciendo berrinche, recordándole a Poché que estaba tratando con una niña. La actriz sacudió la cabeza con desaprobación antes de seguir a la joven camino al apartamento.
Ya en este, Daniela se sentó en el sofá, aún ignorando a su acompañante. Poché, que había tenido tiempo suficiente para calmarse y reconocer la compostura tras el beso y la búsqueda, de sentó a su lado.
-Lo siento, no debí hablarte de ese modo- Habló la morena con voz serena- Simplemente me aterré al pensar que algo podía sucederte- Daniela no correspondió a la disculpa, lo que provocó que Poché comenzara a enfadarse también- ¿No tienes nada que decir?- tampoco obtuvo respuesta. La actriz dejó escapar una bocanada de aire- ¿Que es lo que tanto te molesta? Si se puede saber.
-Todo, Poché- Habló por fin la joven- Me moleta que creyeras que soy una niña indefensa que no puede salir sola a la calle, me molesta que me hables como si fueras mi madre, me molesta que hayas salido corriendo a esconderte tras corresponder a mi beso, y me molesta mucho que intentes dejar el tema de lado- el rostro de Daniela estaba rojo de ira- Me molesta mucho no poder entender tu actitud.
Aquellas palabras hicieron eco en la mente de Poché, pues la joven frente a ella tenía algo de razón. Poché se había concentrado completamente en sus propios sentimientos y culpas, olvidándose de los sentimientos de Daniela.
Ambas se mantuvieron en silencio un par de minutos, calmándose. Esto le dio a Daniela la suficiente valentía para enfrentar la situación. A fin de cuentas, alguien debía ser sincera de una vez por todas.
-Poché, no se como pasó, no entiendo en que momento dejé de sentir ese amor platónico y pasé a realmente sentir cosas por ti, pero estoy cansada de ocultar mis sentimientos- habló la joven con calma- desde aquella reunión en la que te conocí no he podido sacarte de mi cabeza, y se que es una locura, que es imposible que me correspondas o que podamos tener algo, pero sentí que debía ser sincera de una vez por todas- Dejó escapar un suspiro- Ya esta, ya lo he dicho, por favor no salgas corriendo, con decirme que no sientes lo mismo es más que suficiente- Rogó la joven, clavando la mirada en el suelo.
Poché tuvo que respirar hondo para mantener la compostura. En el fondo de su ser, había esperado escuchar aquellas palabras por demasiado tiempo.
-Daniela- La mujer mayor estiró el brazo hasta que sus dedos rozaran la barbilla de la joven frente a ella, incitándola a observarla a los ojos- Desde la primera vez que te vi, robaste mi corazón. He intentado contener esto que siento porque no está bien, porque no...
