Serie: Una noche
Libro #1
Aarón estaba perdido; tenía que elegir: decepcionar a su padre o decepcionarse a sí mismo.
Rose nunca pensó encontrarse en esa situación, quizás en unos diez años, pero no a esa edad y no con él estupido capitán del equi...
Estoy enferma, por esa razón no actualice. Aún estoy mala, cuando me sienta mejor subiré capítulo, tengan paciencia.
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Capítulo 16
Cuando Aarón me invitó a cenar luego del juego lo que menos pensé fue que terminaríamos en mi auto comiendo una hamburguesa de mala muerte, pero tampoco estaban tan mal y, después de todo, era una mejor manera de conocerlo sin nada de restaurantes elegantes solo siendo nosotros mismos.
Definitivamente, mientras miraba el juego me asusté, el golpe que había recibido no era algo a lo que no prestarle atención pero él parecía estar como si nada. Apuesto que si yo hubiese recibido un golpe de tal magnitud no me hubiera parado de mi cama por un mes, pero aquí estaba él, a mi lado, sonriéndome mientras se comía la segunda hamburguesa y todavía le quedaba más en la bolsa.
Definitivamente, no fue el día que pensé pero tampoco me estaba quejando aunque ya me sentía bastante cansada, era tarde y tenía tres mensajes de texto de Román, que decidí ignorar, pero había sido un buen día después de todos los sustos.
Miré a Aarón que ya estaba pasando su tercera hamburguesa mientras me platicaba sobre algo del juego que realmente no entendía mucho pero se veía tan contento que me daba cosa decirle que no le estaba entendiendo.
Yo solo me comí una hamburguesa, a pesar de que tenía muchísima hambre, no llegaba al nivel del hombre montaña que tenía a mi lado. Cuando terminamos de comer decidí decirle algo que tenía planeado desde el principio pero que después de que las cosas no salieran tan mal no lo vi tan necesario.
—La próxima vez avísame antes de emboscarme —solté mientras limpiaba mis labios ya que la grasa de la hamburguesa los había manchado.
Me miró extrañado por un segundo y luego hizo lo mismo que yo, se limpió la boca y decidió hablar porque al parecer no entendía lo que le trataba de decir.
—¿Emboscarte, de qué hablas? —Parecía genuinamente confundido, me causó algo de gracia pero decidí aclararle las cosas.
—No me avisaste que conocería a tus hermanas, si voy a conocer familiares deberías avisarme. —Ahora fue él que rió.
—¿Te asustaron? Créeme que ellas son el menor problema, el gran problema va a ser mi padre pero sinceramente no tengo planeado que lo conozcas en un tiempo cercano —rascó su nuca algo preocupado por ese hecho y yo solo toqué su brazo para darle ánimos.
—¿Tú padre es muy exigente? —El gran suspiro que soltó me lo dijo todo pero aún así esperé a que hablará.
—Digamos que él quiere que tenga la vida que él nunca se pudo permitir. —Eso me hizo arrugar el entrecejo, se oía como si su padre viviera a través de él y por eso le exigía tanto.