Capítulo 17

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Capítulo 17

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Capítulo 17

Aarón

Cuando era pequeño mamá siempre me consintió bastante y eso hacía enojar a papá, ya que según él me mimaba y me hacía débil. Mi madre solía ignorarlo y cuando no podía le decía que yo no iría a la guerra como para necesitar ser fuerte.

Podía entender a mi padre de cierta manera, para ese momento que ya habían pasado años desde eso, la vida si era un campo de batalla, pero para poder sobrevivir hacía falta tanto mano dura, cómo ser mimado, el equilibrio siempre era bueno.

Gracias a lo buena y atenta que era madre conmigo, aprendí a cocinar, aunque para papá era una habilidad inútil para un hombre, muchas veces me había servido y en ese momento lo estaba haciendo.

Nunca imaginé que conocería a la familia de la madre de mis hijos de esta manera, pero las cosas con Rose nunca habían sido de la manera tradicional y de cierta manera eso me gustaba, lo hacía interesante.

Su padre me había llevado hasta la cocina y me mostró todo lo que había en ella, había muchas cosas para la poca capacidad que me decían que tenían para usarlas, me era difícil creerlo, pero no quería comprobarlo con lo delicada que estaba Ro.

Yo había acomodado todo de tal manera que me fuese fácil de usar, al momento de ir preparando cada cosa. Para Ros iba a preparar una sopa ligera que ayudará a regular su estómago, pero para el resto de nosotros iba a hacer una carne en salsa, arroz y ensalada rusa, esperaba que todo saliera bien.

El señor Ronald se sentó en frente a la cocina para hacerme compañía aunque la verdad sentía que me observaba, después de todo era el tipo que había embarazado a su bebé, no estaba seguro si yo debía romper el silencio algo incómodo o esperar.

La madre de mis bebés no podía apoyarme en esto porque aún seguía acostada en aquel sofá y junto a ella estaba Román que la estaba mirando con ojos de preocupación, aunque el hombre a veces —muchas veces— era un idiota, también era un buen hermano y sabía que enserio le preocupaba ver a su hermana así. 

—¿Y quién te enseñó a cocinar? —La voz del padre de Rose me sobresaltó un poco, estaba tan metido en mi pensamientos que pensé que nunca me hablaría, pero decidí responder con naturalidad.

—Mi madre —respondí con una sonrisa nostálgica cómo cada que hablaba de ella.

—Como me hubiese gustado que la mía me enseñará, pero en mi época los hombres no debían estar en la cocina, una tontería a mi parecer, pero ahora estoy acá siendo un viejo que no sabe hacer ni agua sin quemarla. —Eso me hizo reir un poco, pero a su vez me hizo ver qué su padre quería hacer esto menos incómodo, así que decidí colaborar en ello.

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