Capítulo 13

67.3K 5.2K 945
                                        

Capítulo 13

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 13


Por supuesto, la vida tenía un extraño sentido del humor y sinceramente ella sola se reía con sus chistes porque yo, aún no le encontraba la gracia.

Iba a ser mamá, ya de por sí eso era una noticia que, si me la hubiesen dado un año atrás, me hubiese reído muy fuerte, siempre fui alguien responsable y no creí estar metida en este lío; pero ser madre no era lo más loco de todo sino que lo sería de gemelos, nunca en mi vida imaginé algo así.

¿Sería capaz de cuidar de dos bebés? Si antes me cuestionaba si sería buena madre, en ese momento lo estaba haciendo mucho más.

La vida tenía que odiarme, no tenía otra explicación porque, aunque amaba al pequeño intruso, saber que eran dos me causaba una conmoción que no estaba preparada para afrontar en ese momento, sin embargo, estuve ahí consolando a Aarón cuando yo por dentro estaba muerta de miedo.

Eran dos pequeños intrusos, mi mente seguía aún en shock. Mierda, un parto doble era mucho más doloroso.

El viaje a mi trabajo fue silencioso, no me malentiendan, adoraba el hecho de que lo fuera, después de todo de lo que se había enterado Román me esperaba mínimo una cantaleta, un regaño o cualquier cosa menos silencio, pero estaba silencioso y aunque me causaba paz, me daba miedo, él callado era mucho más preocupante que sobreprotector.

Quería preguntarle si no me iba a decir nada, pero sinceramente no estaba de ánimo para escuchar un regaño, mi mente no dejaba de repetir una y otra vez el número dos; en serio iba a ser madre de gemelos, si me había costado asumir la presencia de uno, asumir la presencia de dos iba a ser mucho más difícil.

No lo iba a negar, estaba más que asustada, dos, joder que iban a ser dos. Solo quería ir a los brazos de mi padre y que él me consolará y me dijera que todo iba a estar bien pero no me podía dar ese lujo, tenía que ir al trabajo ahora más que nunca, solo esperaba que de verdad Aarón fuese fichado porque el dinero lo íbamos a necesitar.

Aunque buscaba las palabras para expresar cómo me sentía en ese momento era casi imposible, era una mezcla de emociones entre felicidad, nostalgia, miedo, asombro y angustia, no podría describirlo con una sola palabra.

Al llegar frente a la cafetería donde trabajaba, Román no dijo nada, seguía en silencio absoluto mirando al frente, me dolía verlo así, sabía que estaba preocupado por mí y lo entendía, yo también estaba preocupada, quizás esto era demasiada responsabilidad para mí y no sabía en qué me estaba metiendo pero no había otra solución, ya lo había aceptado y me había encariñado, simplemente tengo que hacerme a la idea.

—Nos vemos —dije nerviosa mientras abría la puerta del coche para bajar pero apenas lo intenté él tocó a mi brazo deteniéndome.

—Ro, esto es una locura ¿Crees que no va a salir corriendo después de esta noticia? —suspiré, también me había hecho esa pregunta al salir del hospital, estuvo a punto de caer en  un ataque de pánico, yo también, pero yo pude controlarlo y a su vez ayudarlo, sinceramente me daba igual si salía corriendo ya me había hecho la idea de hacerlo sola hasta  que apareció, así que si no estaba no me hacía falta.

FaceoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora