Capítulo 27

65.6K 5.2K 752
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 27

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 27

Quisiera decir que la mañana luego de nuestra primera vez fue especial, pero nada más alejado de la realidad, esa mañana me había levantado corriendo y había vomitado la cena que el día anterior que Aarón me había traído a la cama.

Habíamos pasado una noche maravillosa que se estaba viendo interrumpida por un despertar desastroso. Él había estado detrás de mi, sostenido mi cabello y tratando de mantenerme fuerte, no cualquiera se quedaba a ver cómo vomitabas, así que eso me hizo quererlo un poco más.

Aaron, era un ser dulce, cariñoso y casi que perfecto, era todo lo que estaba buscando, pero a su vez no sabía qué buscaba; ni yo misma me entendía, pero era él, solo él me hacía sentir como en las nubes y tan especial.

Quien iba a pensar tres meses atrás que iba a encontrar a alguien como él, nunca imaginé que una simple salida común me llevaría a todo esto. Pero estaba feliz de que la vida lo haya puesto en mi camino.

Para mí desgracia esa escena del vómito se había repetido un par de veces por el resto de la semana, odiaba sentirme así. Por lo mismo había empezado a regularizar mis horas a base de alarmas sin embargo, nada mejoró, me seguía sintiendo mal y ya estaba empezando a preocuparme.

No podía ser normal, me negaba a creer que esto iba a ser por casi siete meses más, incluso sentí que la semana se pasó lenta y nunca llegaría la cita que tenía programada.

Pero el miedo a que algo me estuviera pasando estaba empezando a aumentar, no quería que a mis bebés le pasará algo.

Por otro lado, prácticamente vivía en casa de Aarón, ya que él se había encargado de cuidarme y mimarme durante todos mis malestares. Y yo obvio no me quejaba, me sentía como una reina a su lado, cocinaba de maravilla y siempre buscaba la manera de hacerme sentir cómoda.

De verdad lo quería y él me hacía sentir querida, sabía que era muy afortunado.

Era jueves por la noche y ya habíamos comido, veíamos una película acostados en su cama. Mi cabeza estaba en su regazo y él acariciaba mi cabello, tratando de que me relajará, porque como ya era costumbre me sentía bastante mal, pero ese día se agregó a los malestares un dolor de cabeza intenso.

Por lo mismo no tenía idea de que se trataba la película, yo estaba más concentrada en la mano de Aarón en mi cabello y en respirar profundamente para no desesperarme, me sentía demasiado mal, pero no lo quería alarmar a él, ni a mí, aunque estaba muy asustada.

FaceoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora