Capitulo 42 (parte 2)

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Capítulo 42

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Capítulo 42

Parte 2
Aaron

Nunca creí que al perder a mi padre sentiría este dolor, después de todo lo que me había hecho llegué a creer que lo había dejado de… ¿Querer? Porque cada que pensaba en él, sentía un malestar incómodo en el estómago.

Pero a pesar de todas las cosas que me había hecho, seguía amando a mi padre, porque no siempre fue duro o me presionó. De alguna manera, mi mente me seguía llevando a esos momentos donde  fui feliz a su lado y echó a un lado los momentos amargos donde sufrí por su culpa.

Aunque sabía que no estaba solo, porque tenía a Rose, a su familia y a las gemelas, de alguna manera su pérdida me hacía sentir que había quedado solo en este mundo. Ya no tenía a mamá y ahora tampoco lo tenía a él, las personas que me habían traído al mundo ya no estaban, de cierta forma, eso me hacía sentir a la deriva.

Es como si ya no hubiese nadie cuidando de mí, no sabía explicar con exactitud lo que sentía pero, aunque no tenía palabras fáciles para hacerlo, Rose lo entendía y estuvo a mi lado durante todo ese proceso doloroso y lento.

Estaba agradecido con la vida principalmente por haberla conocido, durante años estuve en un núcleo familiar conflictivo, y ahora formar parte de uno donde sé que me valoran y me entienden, era un cambio que me gustaba, pero un cambio radical que aún me costaba asimilar.

Por otro lado, si yo estaba mal por la muerte de mi padre, las gemelas estaban destrozadas. Jessica era más dura, pero a Jazmin le era más difícil ocultar sus sentimientos y, sinceramente, me sentía horrible por no poder protegerlas de ese dolor, pero si no sabía cómo calmar el mío propio, mucho menos el de ellas.

La vida no estaba siendo fácil, siempre lograba sorprendernos. Ahora no solo debía lidiar con el duelo, sino también con el hecho de que en dos semanas sería el juicio donde el maldito de Taylor se hundiría en la cárcel. No me gustaba para nada la idea de que estuviese cerca de Rose.

Ro, estaba entrado a los ocho meses, no podía pasar por situaciones de estrés, aun así, lo iba a hacer, y no se podía negar, era esencial para que ese hijo de puta se pudriera en la cárcel, pero arriesgar así a mi familia no me agradaba, sin embargo, era algo con lo que tendría que lidiar.

Aunque quisiera relajarme y vivir la vida tranquilamente no podía, ya que la muerte de mi padre y el juicio era solo dos de las muchas cosas que me afectaban. Había cumplido mi sueño hacía menos de un mes, pero ahora soy huérfano, puedo tener una jodida enfermedad hereditaria, alguna de mis hermanas o incluso mis hijos, no sé cómo esto afectará esto a mi carrera y el jodido juicio, lo único que me consolaba era que habría seguridad, pero sabía que solo el hecho de que lo viera la iba alterar.

Aunque tuviese mil problemas debía calmarme o me mataría el estrés, pero sinceramente me era difícil dejar de pensar. Mi mente sacaba siempre mil escenarios hipotéticos que me quitaban el sueño y al final, nunca se desarrollaban las cosas como yo imaginé.

Según internet era ansiedad, pero según yo todo lo tenía controlado, pero esas últimas dos semanas solo dormía a lo mucho, tres horas seguidas y el cansancio se me podía notar.

Además, tenía un miedo enorme por el parto, otra cosa que se le sumaba a mis angustias, había pasado más de una noche observando a Rose, con miedo de que se despertara de la nada con dolores de parto antes de tiempo.

—¿Aaron? —escuché a lo lejos mientras sentía que me tocaba el brazo para llamar mi atención, haciéndome sobresaltar, me había perdido en mis pensamientos…

—Lo siento, nena. Me distraje, ¿me decías algo? —digo mientras levanto la taza de café que tengo en mis manos y me la llevaba a la boca, al probarla hago una mueca, ya estaba frío, y así no me gustaba.

—Cielo, ¿seguro estás bien? —en sus ojos podía notar la preocupación y me jodia causar eso en ella.

—Lo estoy, no te preocupes, solo es el duelo —respondo con suavidad para calmarla —¿Qué me decías?

—Te preguntaba si, ¿ya sabes cuándo les harán las pruebas? —con las chicas habíamos decidido no atrasarlo más y había concretado una cita con un cardiólogo.

El doctor nos había mandado a hacer una serie de pruebas para descartar tanto que sufriéramos la enfermedad como que portáramos el gen que la produce, pero todos esos exámenes se harían en tres días.

—Sí, ayer agendamos con el laboratorio, se harán el viernes y los resultados se tardarán una semana —digo mientras la veo acomodarse algo incómoda en la silla frente a mí. Mis pulgas cada vez estaban más grandes y la incomodaban.

—¿Por qué tardarán tanto? —la veo frotarse la panza mientras suspira, también se ve cansada, ya estamos en la recta final y le está costando.

—La verdad intentaron explicarnos, pero no entendí mucho, algo sobre analizar el ADN y que requería tiempo —cojo los dos platos de la mesa, porque acabamos de desayunar y los llevó al lavavajillas. Hoy teníamos cita con la obstetra.

—Tengo miedo —Rose suelta de la nada haciendo que me detenga a mitad de camino, odio verla así, quisiera protegerla de todo y envolverlas en burbujas, pero era imposible. 

Dejé sobre la encimera de la cocina los platos y caminé hacia ella, me agaché frente y la miré a los ojos, quería ser su roca, pero también tenía miedo.

—Todo irá bien, esas pruebas darán negativo, el juicio irá cómo debe ser y nuestros bebés estarán el tiempo justo aquí adentro —le digo mientras acaricio su estómago y siento cómo se están moviendo.

—Me da tanto pánico que te pase algo, yo no sé qué haría…

—No me pasará nada, nena. La ciencia ha avanzado, si tengo la enfermedad habrá algún tratamiento, me cuidaré, nada malo pasará —Veo como sus ojos se humedecen y la abrazo con cariño.

—Solo prométeme que no me dejarás nunca —susurra entre mi cuello.

—Lo prometo, nunca te dejaré —susurro para luego darle un beso en la frente sin soltarla.

—Lo prometo, nunca te dejaré —susurro para luego darle un beso en la frente sin soltarla

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Hola bellezas, ¿Me han extrañado?

Yo también, la verdad mi vida está pasando por muchas cosas, aunque no debería tener que explicar, quiero que lo entiendan.

Trabajo como mesera y en verano se trabaja muchísimo más, hago turnos hasta de 15 horas y sinceramente llego agotada y nada me provoca. Además súmale a eso que me mudé y he tenido problemas para conseguir una compañía de internet.

No quiero que por mi ausencia me abandonen, son importantes para mí.

Este es solo la continuación del capítulo 42, por eso es corto espero hoy terminar el 43 y pasárselo.

Estamos en la recta final, ¿Preparado para acabar? Yo no 😭

06/07/23; 5:24pm

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