Capítulo 23

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Capítulo 23

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Capítulo 23

Me sentía a gusto entre mis sueños, pero intenté moverme y algo me sostenía fuertemente por la cintura, haciendo que la pesada bruma de la inconsciencia se disipará un poco.

Mis manos bajaron a mi estómago y sentí como unos brazos fuertes me abrazaban cómo si me fuese a escapar en cualquier momento, mis ojos se abrieron un poco y me volteé solo unos centímetros, para verlo dormir calmadamente, tenía los ojos un poco hinchados por el llanto de la madrugada, pero se veía tan guapo.

No me imaginé que dormir en sus brazos me causaría está sensación en el pecho, de hecho no me imaginé nunca hacerlo, se veía tan lejano, tan imposible.

«Le gusto» fue el primer pensamiento que se me vino a la mente al verle, y eso me hizo sonreír, seguramente me vería como tonta, pero recordar la noche anterior me hacía sentir bien. 

Había sido una gran noche para los dos, pero su padre lo había arruinado todo, verlo tan vulnerable me estrujo el corazón. Aarón, se veía tan grande y fuerte, que verlo llorar en mis brazos fue un shock, pero agradecí estar ahí para él.

No sé cuánto tiempo me quedé observando, seguramente parecía una acosadora, pero en serio sentía que estaba en un sueño.

—¿A qué hora llegó Aarón? —La voz de Román, me hizo sobresaltar y voltear hacia donde estaba sentado; que era el sofá frente a nosotros.

Mi movimiento de sorpresa despertó a Aarón, que me atrajo más hacia él mientras sé estiraba un poco, me gustaba sentirme protegida y cubierta completamente por su gran cuerpo, él parecía una montaña que me podría aplastar sin querer. La verdad esto era una locura, hace un poco más de un mes no creí que me sentiría así, sin ir más lejos, hacía unas semanas quería intentar algo con Jackson.

—¿Qué pasa? —dice con voz soñolienta, y luego vio a Román y lo entendió. —Hola, Pierce.

—Buenos días O'conelle ¿Cómodo mi sofá? —Yo solo suspiré e incorporé, porque como me había despertado mi cuerpo automáticamente querías orinar. 

—La verdad, si —Dijo Aarón sentándose a mi lado y luego se estiró, cosa que me hizo admirar los músculos de sus brazos.

—Buenos días, chicos. Estoy haciendo tostadas con queso para desayunar —dijo papá desde la cocina, estaba haciendo su especialidad, era lo único que no sé le quema y por qué la tostadora y la cafetera hacen todo el trabajo.

—Buenos días, papá, voy al baño y vengo a comer ¿Quieres ir al baño? —le pregunté a Aarón —Puedes ir al del pasillo, y yo al de mi cuarto.

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