Serie: Una noche
Libro #1
Aarón estaba perdido; tenía que elegir: decepcionar a su padre o decepcionarse a sí mismo.
Rose nunca pensó encontrarse en esa situación, quizás en unos diez años, pero no a esa edad y no con él estupido capitán del equi...
Capitulo dedicado a Sara, feliz cumpleaños gracias por siempre amar lo que escribo.
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Capítulo 43
Aaron
El miedo puede actuar de manera distinta en cada persona, por ello no suelo juzgar a nadie por tomar decisiones a base de un miedo profundo. Por eso pensé que quizás mi padre tuvo miedo y eso lo llevo a ser un idiota en sus últimos momentos, aunque si analizaba su comportamiento los últimos años mi teoría no tenía mucho fundamento.
No me cabía en la cabeza el hecho de que nos haya ocultado algo tan crucial como su enfermedad, y que nosotros también podríamos tenerla, era nuestro padre, se supone que debía preocuparse por nosotros y aunque me enfadó muchísimo, intenté ponerme en su lugar, según el médico no se había enterado hacía mucho, y ninguno de nosotros le hablaba, quizás estaba buscando el momento indicado, pero joder odiaba los quizás, pensar en todo lo que pudo haber pasado y no fue así, me carcomía la cabeza.
La última conversación que tuve con mi padre se repetía una y otra vez en mi cabeza, aunque se merecía mis palabras me dolía que ese haya sido nuestro cierre, pensé que en algún momento lo solucionaríamos pero la muerte llegó primero y para eso no hay solución.
Aunque sabemos que la muerte es un hecho y que todos la experimentaremos alguna vez, nos empeñamos en no pensar en ella, que nos podría tocar o a alguien cercano, nos sigue sorprendiendo el hecho de que algo así suceda, cuando es perfectamente natural, pero eso no quita que duela demasiado las pérdidas.
Sinceramente había sido una semana de mierda, entre todo el alboroto y la preparación del funeral se me olvidó por completo Gianina, si lo pensaba más detenidamente suena horrible que la haya olvidado, pero hay veces que la vida te golpea tan repentinamente y tan seguido que las cosas se difuminan en tu mente. Era miércoles y había quedado en verme con ella para poder contarle todo lo que había sucedido y en el lío que estaba metida.
Sinceramente no sabía como empezar con esa conversación así que decidí ser rápido, para no echarle sal a la herida y su reacción fue incluso más fuerte de lo que pensé.
—¿Me estás jodiendo? —La cara de Nina estaba desformada entre una mueca de incredulidad y pánico.
—Nunca jugaria con algo así, Ginanina —Mi tono de seriedad tuvo que indicarle que no mentía, porque lo que le siguió fue un sonido desgarrador mientras empezaba a llorar.
—¿Qué carajos voy a hacer ahora? —Su voz sonaba desgarrada, con un pánico que nunca había escuchado en ella —.Yo no quiero esto, Aarón, no sé como ser madre, no quiero serlo yo… joder.
Podía entender sus miedos, después de todo, hace un tiempo no muy lejano viví mi propia crisis existencial, pero no por no querer ser padre, sino por miedo a no saber hacerlo.
