Capítulo 41
Me sentía cansada, ese era mi estado habitual últimamente, siempre me dolía algo y, por más que intentara que no sucediera, mi humor se veía afectado.
Por un lado ya quería que los bebés llegaran, pero por otro me daba mucho miedo solo de pensarlo, pero la realidad era que cada vez faltaba menos para eso, estaba entrando a los ocho meses y en embarazos gemelares era muy extraño llegar a término, así que quizás faltaba mucho menos de lo que yo pensaba.
Esa mañana estaba particularmente de mal humor, la espalda me estaba matando y a cada cinco minutos debía ir al baño a orinar, los bebés pesaban demasiado y aparte de machacar mi columna, aplastaban mi vejiga.
La noche anterior Aarón me había contado todo el enredo de Gianina y su padre, sinceramente me parecía la imagen más asquerosa que se me podía ocurrir, no entendía cómo ella pudo pensar que era buena idea o en qué carajos estaba pensando el padre de Aarón, pero lo único que sabía era que lo que ella estaba viviendo no se lo deseaba a nadie.
La incertidumbre de no saber si tendría apoyo, de si serás buena madre o cómo sobrevivir a un embarazo sola, era de las cosas más difíciles que había pasado, pero yo he tenido la fortuna de tener el apoyo de mi familia y de Aarón. Sinceramente no sé cómo se llevaba ella con sus padres, pero tenía la certeza de que el padre de mi novio no sería de gran ayuda.
Durante muchos años demostró que en vez de ser un apoyo para sus hijos era una carga y una presión constante, así que sinceramente pensaba que era mucho mejor que ese niño ni conociera a ese hombre.
Aún así, conocía a Aarón y aunque las cosas le parecieran asquerosamente bizarras, tenía un corazón de azúcar y sabía que quería ayudar a su nuevo hermano, y más en ese momento que ya tenía posibilidades económicas para hacerlo.
Bajé las escaleras con mucho cuidado, ya no podía ver mis pies por ende tampoco los jodidos escalones, así que me sostuve bien del barandal mientras bajaba lentamente.
—¿Así que al parecer tu padre usaba la misma marca de condones que tú? —Eso fue lo primero que escuché al entrar al comedor, como siempre Aaron estaba cocinando y Roman estaba frente a él haciéndole compañía.
Por lo poco que escuché, estaban hablando sobre lo mismo en lo que yo había estado pensando toda la mañana, la ex de Aaron. La mujer nunca me cayó bien, jamás pensé que llegaría a tanto, ¿Embarazarse del padre de su ex? era una jodida locura, pero bueno la pobre chica parecía aterrada y Aaron intentó contactarse con el susodicho y el hombre ahora no le contesta.
Quizás era su venganza por los meses que mi prometido ha estado evitandolo —con justa razón obviamente—.
Las gemelas habían quedado en ir a visitarlo el fin de semana ya que también tenían meses sin ir a verlo, después de lo de mi secuestro los hermanos habían perdido contacto con él, y si lo pensaba mejor era triste, como ese hombre había cavado su propio destino, quedándose solo, por sus actitudes de mierda.
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Faceoff
RomanceSerie: Una noche Libro #1 Aarón estaba perdido; tenía que elegir: decepcionar a su padre o decepcionarse a sí mismo. Rose nunca pensó encontrarse en esa situación, quizás en unos diez años, pero no a esa edad y no con él estupido capitán del equi...