Capítulo 24

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Capítulo 24

Aaron 

Estaba nervioso cuando por fin llegó el lunes, esa mañana el agente iba a observar mi entrenamiento y luego íbamos a tener una reunión. Cuando llegué al vestuario estaba Ryan esperándome y se que en mi rostro se veía mi nerviosismo, él solo palmeó mi espalda, dándome ánimos. 

—Quita esa cara de susto, O’conelle —dijo Jhon acercándose a mí con una sonrisa, todos sabían que ese agente estaba allí por mi y la mayoría me apoyaban, otros tenían la esperanza de también llamar la atención del hombre. 

—Siendo honesto, tengo miedo de cagarla —respondí mientras me terminaba de colocar la ropa de entrenamiento. 

—Hombre lo harás bien, por algo eres nuestro capitán. —Se sentía bien la confianza que tenían en mí, pero aun así el nerviosismo no se iba y sabía que lo sentiría durante toda la práctica. 

Antes de salir cerré los ojos y respiré profundo, mientras lo hacía me recordé porque estaba en esto, recordé que era algo que amaba y olvidé la presión que por años mi padre quiso ejercer por mi. 

Confiaba en mi potencial; tenía talento y lo iba a hacer bien, eso me dije un par de veces hasta que sentí que mi corazón se ralentizaba un poco y salí con más confianza del vestuario. 

Hice lo que debía hacer, la práctica no pudo ser mejor; cada pase o jugada fue bien realizada y al final de la mañana me sentí complacido, las cosas habían salido como quería, solo esperaba que lo que le había demostrado al agente fuese suficiente para lo que ellos estaban buscando. 

Al entrar al vestuario un par de compañeros me felicitaron, ellos se habían dado cuenta que lo di todo y eso me hizo entender que pasará lo que pasará, yo había intentado todo. Me bañé, me vestí y una vez estuve listo fui a la oficina del entrenador. 

La verdad no sabia que esperar del agente, pero me imaginaba un hombre mayor de unos cincuenta o cincuenta y cinco años, pero el hombre que estaba sentado frente al entrenador, le podía calcular unos treinta y tantos, se veía joven y me sonreía de forma jovial.

El hombre se levantó para recibirme, aún tenía la sonrisa en los labios y estiró su mano para estrecharla con la mía, yo le devolví el gesto algo nervioso, solo esperaba que mis manos no estuvieran mojadas de sudor. 

FaceoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora