Capítulo 49

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Capítulo 49

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Capítulo 49

Cómo lo imaginé, ser madre no es fácil pero a pesar de lo difícil que pueda ser, estoy enamorada de mis hijos, ya no había manera de imaginarme una vida sin ellos.

En solo un mes había logrado aprenderme cada manía y como eran las muequitas de cada uno, aún me sorprendía el hecho de que nunca los confundí, por alguna razón, algo dentro de mí me decía quien era quien, me hacía sentir cómo súper poderosa.

Me gustaba el rumbo que estaba llevando mi vida.

Observé mi habitación por última vez con Alan en brazos, podía sentir la respiración de Aaron detrás de mí junto a Adam, me estaba dando mi tiempo para despedirme de la que había sido mi vida desde que tenía memoria.

Había llegado el día, nos íbamos a Canadá, después del insufrible papeleo, ahí estaba yo, despidiéndome de mi habitación y mentalizándome que pronto lo haría de mi familia.

Tenía miedo, estaban pasando tantos cambios al mismo tiempo, y no estaba segura de poder afrontarlos todos de una sola vez, pero haría todo lo que estuviese en mi para lograrlo.

No tenía ni idea de como sería vivir sin Román a solo unos kilómetros de distancia, o como sería visitar a papá una vez al año en vez de cada fin de semana, sinceramente estaba asustada, no había pasado ni un año cuando era la nena de papá; si no sabía qué hacer, acudía a él, pero ahora se supone que era completamente adulta, con dos vida en mis manos, era acojonante la verdad.

—¿Estás bien? —La voz de Aaron era suave, como tanteando el terreno de cómo estaban mis emociones en ese momento, sinceramente eran un manojo de nervios andante. 

—Creo que sí —dije tomando una respiración fuerte y por fin dándome la vuelta para enfrentarme a él que me miraba con una sonrisa suave.

De esas que, sin buscarlo, lograban calmarme completamente, en ese momento lograron calmar mi corazón alocado.

Él sabe que quería hacer esto, lo amaba, amaba a mi familia, a esta familia que había formado, pero eso no quitaba que me doliera dejar atrás esta vida.

—¿Segura? —preguntó y un suspiro largo salió de mis labios, mi nerviosismo empezó a incomodar a Alan que se removió entre mis brazos.

Lo mecí suavemente hasta que la paz volvió a sus facciones y luego volví a mirar a mi prometido.

Aún no me acostumbraba a pensar en el así, prometido, ¿Cómo mi vida había cambiado tanto en menos de un año? Y lo más importante ¿Porque me encantan estos cambios si no es lo que planeé?

—Lo estoy, esto es lo que quiero, solo que…

—Amas a tu padre y a tu hermano. —Escucharlo me hace sonreír por qué era cierto, y me encantaba estar en sintonía con él, de alguna manera lograba entenderme.

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