Deseo Prohibido (En Proceso)

CAPÍTULO 10

Foto de Madison Baker

"¿A las niñas de bien le gusta que sus jefes las follen?"

Al llegar al segunda reunión la cual es en un restaurante, con un hombre casi de la misma edad de mi jefe que no pierde la oportunidad de coquetear conmigo pero Nils lo regaña diciendo que se tome la reunión en serio o se va, hago una mueca de asco cuando la mesera deja frente a mi un plato de arroz blanco con alguna especie de pescado a la plancha, que rápidamente borro al recordar que ellos no son mi familia para decir algo, solo me mantengo escribiendo sin tocar nada del plato. Odio los mariscos con mi alma, al terminar la reunión los dos se despiden.

-Adiós hermosura-deje un beso en mi mejilla despidiéndose el hombre, le sonrió algo incómoda, mi jefe solo pone los ojos en blanco.

-Adiós señor-me despido por cortesía, además no se ni como se llama.

-Dime Evan- iba seguir hablando pero mi jefe se fue por lo cual lo segui para irnos a la empresa en un silencio incómodo, al llegar al empresa Nils me manda.

Me manda hacer miles de cosas de las cuales hago una mal y me regaña como su tuviera cinco años pero yo solo me mantengo en silencio molesta, ni mi padre me regaña como él lo hace, vuelvo hacer lo que él dijo pero ahora bien.

-Ve a comer-me ordena, suspiro levantándome-Ya que no comiste ni un poco de lo que compro Evan.

-No me gustan los mariscos señor, no es por ser mal agradecida-le comentó para salir de su oficina.

Al entrar al ascensor veo a los hermanos James, con los cuales comienzo hablar como si nos conociéramos de años, bajamos para comer algo hasta que en uno de los tantos temas de conversación sale el tema de nuestro jefe y Jared reclama sobre el señor Lewis.

-¡Es uno de los peores jefes que he tenido pero paga demasiado bien!-refunfuña el James comiendo su almuerzo.

-Si, sabe como mantener a sus empleados con el sueldo-asiente varias veces Alexa-, Podrá ser un papasito pero su genio le quita todo ¿Cómo te ha ido?-suspiro para comenzar hablar.

-¡Horrible! Es un mandon odioso, me mando hacer como treinta cosas en un segundo y cuando me equivoque en la más mínima cosa me regaña como si tuviera cinco años-reprochó hasta que veo a la hija de Marlena esconderse bajo nuestra mesa.

Y las minutos aparece su madre buscandola por todos lados pero al no encontrarla refunfuña molesta pero al verme su expresión cambia totalmente por una sonrisa amigable.

-¡Hola de nuevo mi linda novia!-los dos chicos a mi lado nos miran con el ceño fruncido pero la mujer se acerca y atrapa a su hija-¡¡Te tengo!!-la niña grita riendo.

-¡¡Quiero a mi tío Nils!!-exclama la niña para escaparse de su madre y salir corriendo, Marlena suspira mirando por donde se fue su hija.

-Es un terremoto-comento mirando hacia donde se fue Valeria hace unos minutos, Marlena chasquea la lengua en modo de afirmación.

-Por lo menos cuando lleguemos a casa se va a quedar dormida de inmediato- agrega encogiendose de hombros para voltear a verme-, ¿Cómo va tu día?.

-Creo que bien, solo me tengo que acostumbrar-le respondo con una leve sonrisa, claramente no le diré que su hermano me cae gordo y que es un maldito mandon odioso, no sé como reaccionaria además no tengo la confianza para hacerlo.

-Eso es bueno, ahora voy por mi hija, adiós a los tres-nos sonríe yéndose tras de Valeria, Alexa me mira con una ceja alzada.

-La acabo de conocer en la mañana y me trata como una vieja amiga-me encojo de hombros sin mucha importancia para volver a comer.