CAPÍTULO 1

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"La app"

Suspiro mirando el techo en total silencio pero ese se acaba con el sonido de las notificaciones en mi teléfono, hace unos minutos puse en una app algo clandestina que vendía... mi virginidad. ¿Que estoy haciendo con mi vida?.

Levanto mi cabeza mirando a todos lados en mi habitación ya que creí a ver escuchando la voz de Leah Blosom, mi mejor amiga desde que somos fetos, Leah Margaret Blosom es una rubia, de ojos verdes almendrados a los cuales cubren unas largas pestañas claras, cejas delgadas pero definidas, labios pomposos de color claro, delgada desde que era una mocosa.

-¡¿Lo hiciste ingrata?!-alza la voz entrando a mi habitación con brusquedad, le sonrió de forma inocente a mi amiga.

Notó como sigue en pijama de unicornio bastante infantil y su cabello luce como un nido de pájaros hasta peor, abro la boca para contestarle pero ella habla antes.

-¡No trates de negarlo! Cole me contó que una tal "Madison"- hace comillas en el aire al decir mi nombre- Vende su virginidad por una app.

-¿Que hace Cole con ese tipo de app?-inquiero con el ceño fruncido, Leah búfa ante mi pregunta.

-¡Eso ahora no es lo importante Baker!-exclama con exageración la rubia haciendo que ponga los ojos en blanco, se levanta para tomar mi teléfono que no a parado de sonar, sus ojos se abren de par en par-. ¡Joder tienes más de noventa notificaciones!-chilla con asombró la rubia, mis ojos se abren un poco cuando me muestra mi teléfono.

Todos la quieren al parecer no les importa que sean cinco millones de dólares, Leah comienza a revisar todos los mensajes mientras comienza a contarme chismes de la zona residencial hasta que dice algo que no tenía que ver con el chisme.

-¿Ah?-pronunció confundida.

-Un hombre da diez millones por ti-vuelve a mencionar sin mirarme, un escalofrío recorre todo mi cuerpo al escucharla.

-Eso es ¿Genial?- murmuró sin muchos ánimos realmente con nervios y miedo, no todos los días vendes tu virginidad a un total extraño, Leah me mira con una ceja alzada.

-¡No, claro que no Madison!-exclama con un tono de voz regañon como si fuera mi madre haciendo que en mi cara aparezca una leve sonrisa divertida.

Le quito mi teléfono para ver el perfil del hombre, es privado y no tiene foto de perfil, con las manos sudando le escribo un mensaje.

"Hola"

Ahogo un jadeo cuándo veo que me contestó el mensaje a los minutos.

"Hola ¿Podemos vernos en dos días?"

Paso saliva nerviosa para mostrarle el mensaje a Leah, la cual apreta los labios como si no le gustará nada.

"Claro ¿Dónde? Yo soy de Atlanta Georgia"

-Esto es una locura, mi mejor amiga la más santa del mundo acaba de vender algo tan preciado como si de un perrito tratase-se burla con una sonrisa pero deja de sonreír cuando la fulmino con la mirada-. ¿No sería más fácil pedirle dinero a tus padres?

-No me quieren dar dinero, además no puedo sacar dinero de mi cuenta hasta los veinticinco, todas mis cosas están a sus nombres hasta también los veinticinco y ningún trabajo me pagará tanto en tan poco tiempo-le explicó.

Nicholas Baker y Victoria D'angelo de Baker, mis padres son demasiado Sobreprotectores con su única hija, o sea yo por lo que se negaron a dejarme ir del país sola tanto tiempo pero lo permitirian si tengo esa cantidad de dinero.

"En el Four Seasons Hotel de Atlanta ¿Puedes?"

Me contesta el hombre, ese hotel queda un poco lejos de la zona residencial pero puedo ir.

"Si ¿A que hora?"

"En la tarde cómo las siete"

Me tenso cuando tocan la puerta se mi habitación, Leah me mira con burla por mi reacción pero sola es una señora de servicio que me aviso que tenia que bajar a desayunar con padres.

-Amiga mía tu eres la secretaria del señor Lewis y yo una modista-me dice cuando bajamos al comedor donde están mis padres, Leah les sonríe sentadose al lado de mi madre.

-¿Dormiste aquí cariño?-le pregunta a Leah con amabilidad, la miro ofendida, ya que a mi no me trata así.

-Si, estaba sola en mi casa ya que mis padres fueron con Luke dos días a Nueva York-le responde con una leve sonrisa, Luke es el hermano mayor de Leah, desayunamos hablando de diferentes cosas hasta que entra Walter con una sonrisa sarcástica.

-¡¡Volvió la alegría de sus vidas!!-exclama sentándose a mi lado, hago una mueca comiendo cuando me despeina.

-Estábamos tan bien sin ti-le respondo con la misma sonrisa, miro mi teléfono cuando me lleva una notificación.

"¿Nos podemos ver mañana?"

Apago mi teléfono cuando notó que Walter trata de mirar la conversación, le doy una mirada de pocos amigos a mi hermano para seguir comiendo sin contestarle, cuando terminamos de comer papá se lleva a Walter para hablar ya que el viaje de mi hermano fue por negocios, mamá se fue ya que la madre de Cole la estaba llamando.

"Si ¿A la misma hora?"

Le contestó sintiendo como toda la comida se me revuelve en el estómago por los nervios, suspiró cuando me contesta.

"Si y en el mismo lugar"

Me levanto para tirar a Leah conmigo para llevarla a mi habitación y hablar sobre eso pero nos callamos cuando entra Walter a mi habitación con una ceja alzada.

-Siento que están planeando algo malo-nos dice con la mirada fija en mi, sus ojos verdes con motas azules me ponen demasiado nerviosa, su mirada es intensa e imponente, la misma mirada de mi padre solo que sus ojos son de diferente color.

¿Planenado algo malo? No claro que no, solo estabas vendiendo mi virginidad, hermanito.

-¡¿Nosotras?!-inquirió Leah con nervios-¡¡Claro que no, Waltercito!!-él solo nos da una última mirada para salir de mi habitación, Suspiró nerviosa.




Adiós ✨️ 🪷

Deseo Prohibido (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora