CAPÍTULO 27

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"Porque tú eres la maldita excepción Madison"

Al entrar a mi habitación esperaba ver a Cole pero le rubio le hizo caso a mi hermano, entro al baño tratando de bajar el cierro del vestido pero no lo logró, suspiro estresada hasta que siento que alguien entra a mi habitación, debe ser Cole.

-¡¡Cole ayúdame con el cierre!!-le pido saliendo de espaldas, siento sus manos pasar por mi cintura y su respiración en mi cuello pero a mis fosas nasales entra otro olor más fuerte que reconozco.

-He fantaseado con quitarte este vestido de mil maneras diferentes desde que te vi-me susurra erizandome la piel, me alejo para volver a entrar al baño tratando de quitarlo pero al no lograrlo salgo del baño con las mejillas ardiendo para que me ayude.

-¿Me ayudas?-cuestionó haciéndolo reír acercándose a mi.

-Si me dejas ver lo hay bajo de ese lindo vestido-declara con una sonrisa, suspiro, me tenso ante el roce de las yemas de sus dedos sobre mis hombros desabrochando mi vestido haciendo que caiga al suelo dejándome en ropa interior.

-Mierda-maldice en voz baja-, Siempre me vuelves más loco por ti con lo que usas-murmura pasando sus manos por mis caderas al tenerme de espaldas, suspiro relajándome.

-Están mis papás, mi hermano y Cole-le advierto pero él pasa su nariz por mi cuello sintiendo mi aroma.

-Mientras no hagas mucho ruido, todo está bajo control belle-me contesta pero yo me alejo para voltear a verlo negando.

-No quiero-murmuró. Nils asienten para sentarse en la orilla de la cama.-, Vete a tu habitación, si te llegan a ver te matan.

-No, Walter dijo que me podía quedar en cualquier habitación y quiero esta-me contesta como niño caprichoso haciéndome reír-, Ven- demanda palmeando sus piernas.

Estoy en ropa interior, los dos tenemos ganas, hay una gran probabilidad de que terminemos follando si me siento en sus piernas.

-No tengas miedo bonita, no muerdo -me da una sonrisa coqueta-, Bueno, si tu no quieres.

Me acerco lentamente a él hasta que me siento en sus piernas, posando mis manos en sus hombros, él tira un mechón de mi cabello hacia atrás de mi oreja dejando mi cuello libre, le sonrió.

-Tienes un fetiche con recrear todo de aquella vez ¿O que?-bromeó, él lame su labio inferior mirandome con una pizca de diversión y lujuria.

-Mi mayor fetiche es follarte en un lugar prohibido-se acerca a mi oído-Como ahora-susurra para dejar un beso en mi hombro.

-A mi padre no le gustará que tenga eso pensamientos insanos sobre su pequeña princesa, señor-le digo pero Nils apreta mis caderas robandome un jadeo.

-Su pequeña princesa me da razones para tener esos pensamientos tan insanos sobre lo que le quiero hacer cada vez que la veo-me responde, suelto una risita divertida para morder mi labios inferior.

-A mi hermano muy pronto su socio no le gustará la forma en que piensa sobre su pequeña santa hermanita menor, señor-baja sus manos a mi trasero y lo apreta sin dejar de mirarme a los ojos.

-Su pequeña santa hermanita, no es la santa que él cree, porque sabe mejor que nadie como calentarme-arqueo la espalda cuando pasa su mano por ella hasta llegar a la altura de el broche de mi sosten para desabrocharlo y quitarme la prenda dejando mis pechos a su disposición, los cuales mira con deseo.

-A mi madre no le gustará la forma en que toca a su pequeña hija virgen en el mismo techo que ella duerme, señor-ahogo un jadeo cuando acaricia mi pezon con su pulgar.

Deseo Prohibido (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora