CAPÍTULO 31

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"No eres como ella Lana"


Tuerzo los labios sentado en el sofá de la mansión de los Baker solo hasta que parece Lana con Walter, los dos hablan felizmente ayer note como la rubia no quitaba su mirada de encima de mi amigo, podría decir que me dio celos pero no, ni una jodida pizca de celos pero al ver a Madison con el idiota de James sentí unos jodidos celos que hasta quería matar al James y sentía que no me podía controlar.

Lana se sienta en mis piernas con una sonrisa mirando a Walter, que paso de largo ya que sus padres lo llamaban.

-¿No te enojas si follo con él?-me pregunta Lana, la miro a los ojos, esos pardos que no producen ni la mitad de lo que hacen esos azules zafiro.

-No me interesa con quien follas-le respondo encogiendome de hombros, ella hace un puchero.

-Nunca te interesa nada, ¿Acaso eres capaz de sentir alguna emoción?-bromea la rubia, solo la ignoró para sacarla de mis piernas cuando entra la señora Baker.

El poco tiempo que he convivido con la mujer he notado lo mucho que se parece a Madison en personalidad, ya que en físico Madison es más parecido a su padre.

-Vamos a desayunar-nos avisa con una sonrisa, los dos asentimos para ir al comedor donde ya están los dos hombres Baker esperando.

-¿Y Madison?-le pregunta el señor Baker a Walter, este se encoge de hombros. Al sentarme la rubia se sienta a mi lado rápidamente.

-La voy a llamar-murmura el señor Baker para salir del comedor, entre los cuatros comenzamos a desayunar en silencio hasta que toma mi mano y la pone en su muslo, la miro de reojo serio pero ella suelta una risita divertida.

Saco mi mano bruscamente de ahí para seguir comiendo hasta qie entre el señor Baker.

-Se fueron a Londres los tres-levanto la mirada al escucharlo, su azul fijo en mi me pone algo nervioso.- Tenemos que hablar Lewis-ordena.

A la mierda, se que  en estos momentos no soy el favorito de mi suegro.

-Nicholas deja tranquilo al pobre chico y ven a comer-lo regaña su esposa, él suspira para hacerle caso y sentarse a su lado a comer, al terminar todos se levanta para irse excepto El señor Baker y yo.

-No quiero que le toques ni un pelo a mi hija ¿Entiendes?-inquiere, apretó los labios.

Llego muy tarde, no sabe todo lo que le hice a su hija en el mismo techo mientras usted dormía plácidamente.

Asiento para ir a la sala donde esta la señora Baker, ella al verme  toma mi cara para verla, aunque no tenga nada ella se preocupo de ponerme algunas cremas para el dolor y que no se vean los moretones. Da unas leves palmadas en mi pecho, yo la miro detalladamente es tan parecida a Madison pero a la vez no.

-Deja de mirarme así, Nicholas puede creer que estas enamorado de mi-bromea haciendo que la deje de mirarla.

-Lo siento-murmuró pero ella se ríe.

-No te preocupes solo ten cuidado con Nicholas, su pequeña es su adoración así que no te acerques a ella o vas a salir perdiendo-me susurra lo último para irse.

¿Yo perder? Eso nunca y menos pienso perderla a ella.

Al quedar solo entra Lana con un vestido ajustado haciendo notar más sus curvas extravagantes, se me acerca de manera coqueta pero yo solo tengo en mente a una preciosa castaña de ojos azul zafiro.

-Estamos solos-comenta tratando de sentarse en mis piernas pero la tomo de la cintura para sentarla a mi lado.

-No me importa Lana-contestó mirando hacia el frente para seguir viendo la foto de Madison que tienen sus padres.

Deseo Prohibido (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora