Vuelta Atrás ||FanFic Harry Potter||

El Medallón Potter

Qué es eso?

Eso es un... CAPÍTULO NUEVO!

Espero que lo disfruten.

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En cuanto terminaron de comer, la comida desapareció. Los alumnos murmurando comenzaron a ponerse de pie encaminándose hacia los patios del colegio o sus respectivas salas comunes.

Harry, Ron, Hermione y Ginny miraban con atención al grupo de encapuchados preguntándose si algunos de ellos era su hijo. Le llego a Harry un pensamiento de Ginny y el juntos con un hijo en brazos, inmediatamente trato de evitarlo, no estaba seguro si sobreviviría a Voldemort.

Harry tomo a Ginny en un abrazo, su novia lo miro confundida y él agradeció que ella no supiera legeremancia. El trio de oro salió dispuesto a pasar un momento junto al lago y disfrutar del sol.

Cuando en el Gran Comedor ya no quedaban alumnos, los adultos se pusieron de pie y se encaminaron hacia las puertas y se dividieron en grupos y partieron en diferentes direcciones.

La Tercera generación se junto nuevamente y se encaminaron hacia el séptimo piso aun encapuchados, no fue hasta que estuvieron frente a la puerta que se quitaron las capuchas nuevamente y entraron a su Sala Común, por así decirlo.

—Por un momento pensé que papá hechizaría a Ted. —comento Dominique sentándose.

—Menos mal que mamá lo supo controlar mejor esta vez. —añadió un pelirrojo sentándose al lado de su hermana cerca de la chimenea.

—La tía Fleur realmente fue muy astuta. —comento Molly sentándose en una de las mesas.

—Y la reacción de la tía Audrey y el tío Percy. —añadió Albus sentándose.

Los demás poco a poco se sentaron y siguieron comentando las reacciones de sus familiares. Hasta que un comentario los hizo callar bruscamente.

—Extraño a papá. —comento una pelirroja.

Todos en ese momento se dieron cuenta que extrañaban mucho a sus padres y a sus familiares. Y aunque los tuvieran allí, no era lo mismo.

—Solo lo extrañas porque eres su princesa. —dijo un chico de cabello negro, en un intento de bromear. Pero se le podía notar que la risa era un poco forzada, y aunque no lo admitiría. También extrañaba a su padre y los regaños de su madre.

Todos se quedaron en silencio. Pensado que estarían haciendo sus padres. Si ya se darían cuenta que no estaban, y si estarían haciendo algo para poder llevarlos a casa.

James quería poder hablar con su padre. Su padre siempre le daba ánimos y lo hacía sentir como si fuera capaz de todo.

Pensó en su primer año en Hogwarts, James estaba acostumbrado a recibir siempre cartas de casa, pero aquella semana no había recibido ninguna. Aquel día el mayor de los Potter lo pasó muy mal, pensaba que algo le había sucedido a su padre o a su madre.

Así que ese día sin poder comer fue directamente a su habitación y saco de su baúl un pequeño medallón dorado. Lo abrió y ahí estaba un pequeño espejo. Cuando pronuncio el nombre de su padre, y su padre apareció en el medallón.

— ¿Qué sucede hijo? —pregunto Harry con preocupación impregnada en su voz.

—Emm... Hoy no me llego ninguna carta de casa y pensé que había sucedido algo. —respondió un poco avergonzado por decir su preocupación en voz alta, pero como todo buen Gryffindor, hizo honor a su casa, y fue valiente.