Roma|| Eric García

Capítulo 22: Una estrella más ( segunda parte)

Mañana voy a estar todo el día en el velorio y es que su familia merece que esté allí apoyandoles, y sobre todo Juan merece que lo despida así, el siempre me ha tratado como una más de la familia, incluso cuándo me fui siguió llamándome todos los fin de semana.

Salgo de la habitación con la maleta y voy hacia el salón a despedirme de mí familia.

- Me voy a quedar allí a dormir, Éric me ha invitado, y después ya voy con ellos al velorio.

- Vale cariño, cuando llegues a Martorell avisanos, mañana nos vemos en el velorio.

Me acompañan al coche y me ayudan a meter la maleta, nos despedimos y según me  meto en el coche salgo en dirección aeropuerto de El Prat.

En el camino voy pensando un poco en todo, es increíble lo rápido que te puede cambiar la vida, hace tan solo una semana estábamos  comiendo juntos y hoy ya no está aquí. Todos sabíamos que estaba enfermo pero estaba todo controlado no esperábamos que esto sucediera, pero bueno nunca piensas que una persona vaya a morir.

Al llegar al aeropuerto, aparco cerca y por suerte todavía no hay ningún periodista, espero un par de minutos hasta que lo veo a él salir, así que bajo del coche para que me vea, y no sé si son las hormonas, estos días que he pasado con él, o la noticia que hemos recibido, que cuando lo tengo enfrente me tiro a sus brazos, en un abrazo que hacía mucho tiempo no sentía y lo necesitaba.

- Lo siento muchísimo- le digo al borde de las lágrimas.

El no responde solo me abraza y se queda ahí durante un rato hasta que se recompone.

- Perdón yo me dejé llevar- se disculpa.

- No me tienes que pedir perdón por abrazarme- le sonrío como puedo aunque termina siendo una mueca. 

El mete la maleta en el maletero, y tras una pequeña discursión el termina conduciendo, yo le dije que podía hacerlo perfectamente, además el seguro que está cansado del partido, pero según él yo tengo que descansar porque estoy embarazada.

Vamos en silencio y sin música y es que ni siquiera tenemos ánimos para eso, el camino nos va ha llevar unos 45 minutos mínimo, y la verdad es que estoy muy cansada y sin darme cuenta me quedo dormida.

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No sé cuánto tiempo a pasado, pero escucho una voz hablandome a la vez que me mueve ligeramente, poco a poco abro los ojos y lo primero que veo es a él, con esos preciosos ojos marrones, su pelo corto una fina barba que le sienta genial, hay que admitir que Éric es muy guapo.

- Buenos días bella durmiente- me dice medio sonriendo aunque no es capaz.

- No me digas que ya es por la mañana- le digo asustada.

- Claro que no- me dice y yo me tranquilizo- son las dos de la mañana.

Y tras eso salimos del coche, vamos al maletero y Éric saca las dos maletas, y nos dirigimos al interior de la casa, y allí me encuentro con una imagen poco grata, la abuela de Éric llora sin consuelo mientras sus hijas que también se encuentran igual tratan de consolarla, las primas de Éric y Ali lloran pero no muy alto, ante mis ojos tengo a una familia destrozada por la muerte de un familiar.

Éric nada más llegar corre hacia su abuela, y la abraza como si no hubiera un mañana, Judit y Aida su hermana se levantan y los dejan a los dos solos, la primera se acerca a mí y yo la abrazo.

- Siento muchísimo lo que pasó Judit- ella me abraza y yo me siento en casa, esta mujer siempre me ha querido muchísimo y verla tan rota me duele mucho, siempre ha sido como una segunda madre para mí- ojala no se hubiera ido así.

- Ojalá cariño, pero el destino está escrito y decidió que se fuera así de repente y sin sufrimiento.

- Por lo menos no sufrió- le digo pero al instante me echo a llorar, y es que las hormonas están muy revolucionadas.

Tras un rato abrazándonos, voy a junto Ali y sus primas, hacía mucho que no las veía y ojala haberlas visto en otra ocasión diferente a esta donde estuviéramos celebrando algo y no despidiéndonos de alguien.

- Ali, lo siento, me tienes aquí para lo que necesites- le digo a la'pequeña García- y vosotras también- le digo a sus primas.

Al girarme veo como María la abuela de Éric me mira fijamente y en ese momento me doy cuenta de que a ella no le caigo especialmente bien, y en el momento que estoy pasando no la quiero molestar así que por mi cabeza pasa la idea de irme.

Me acerco a ella y le doy el pésame.

- Siento mucho todo esto el no se lo merecía- ella me mira y con lágrimas asiente- yo creo que me voy a ir, no quiero incomodar.

En el momento que digo esto todos me miran, y se levantan a junto mía.

- Tu eres como de esta familia- dice Ángela, y los demás asienten.

- Si pero no quiero molestar a tu abuela no es el momento- les digo un poco bajito y es que han formado un círculo alrededor.

- Por mí no hay problema, se que a él le gustaría, además creo que el otro día me pasé- me dice la abuela de Éric, y yo me acerco a abrazarla y ella acepta.

- Gracias- le digo.

- No tienes nada que agradecer- me dice ella- la que te tengo que agradecer soy yo, traes un nuevo miembro de esta familia en tu barriga.

Yo asiento, y todos se unen al abrazo formando uno muy grande en el que todos pensamos en la misma persona, Juan.

- Bueno, creo que es hora de irse a la cama e intentar dormir un poco- dice Sergi y tiene razón así comenzamos a movernos para ir a la cama.

- Uxía están todas las habitaciones ocupadas- yo la interrumpo sin dejar que Judit termine de hablar.

- Duermo en el sofá no pasa nada- le digo.

- Claro que no, estás embaraza y no voy a dejar que tu y el bebé durmáis ahí- me dice Éric- ella duerme conmigo- sus primas alucinan y es que creo que no se esperaban eso.

- Mañana si tenemos tiempo, os cuento todo- les digo a ellas, y tras eso nos despedimos y Éric sube las dos maletas hasta su habitación.

Abro la maleta y busco el pijama para ponermelo, pero no lo encuentro, Éric me ha hecho un hueco en el armario y cuelgo la ropa que me pondré mañana y me doy cuenta de que olvidé el pijama en casa.

- Éric me olvidé el pijama- le digo tímidamente.

- Te dejo yo algo no te preocupes- se acerca al armario y coje unos calzoncillos y una camiseta suya- están sin estrenar- me dice refiriéndose a la ropa interior.

El se mete en el baño para cambiarse y yo lo hago en su habitación, guardo la ropa que traía puesta en la maleta mientras espero a que salga del baño. Cuando lo hace entro yo, me desmaquillo, menos mal que el rimmel era waterproof porque sino después de dormir en el coche y llorar parecería un panda, hago mis necesidades y al salir me encuentro a Éric en la cama apoyado en el cabecero.

- No te importa que duerma contigo?- dice él.

- Claro que no, si es tu cama- le responde.

Él asiente, nos quedamos mirando y poco a poco nos vamos acercando hasta quedar a escasos centímetros.

- Puedo?- pregunta tímidamente.

Y yo no le respondo, simplemente me acerco y lo beso yo, es un beso lento pero con pasión demostrando todo lo que sentimos, es un beso increíble pero todos los besos con Éric han sido siempre así, no sé qué tiene que me encantan.

 

Pues hasta aquí el capítulo 22 de Roma. Solo me queda agradeceros por todo el cariño recibido a lo largo del poquito tiempo que llevo aquí, el año que viene espero traeros más y mejores cosas. Os deseo un feliz año nuevo a tod@s. Un saludo y gracias.