Roma|| Eric García

Capítulo 40: La carta

Este capítulo es una carta que le escribió Uxía a Eric mientras ella estaba en Francia y él en Manchester.

'Hola,
no tengo muy claro como se empiezan las cartas y mucho menos como empezar una para ti. Es todo tan difícil que hasta escribir una simple carta se me complica, al igual que la vida parece todo tan fácil pero no lo es.
Hace mucho que no te veo, tanto que ya tengo 18 años, soy mayor de edad y tu no has estado a mi lado para verlo, ya conduzco aunque no me gusta mucho hacerlo por París, hay mucho tráfico así que termino pidiéndole a Evi ( mi mejor amiga en Francia) que me lleve ella en su coche.
Sé que está un poco desordenada la carta pero no sé muy bien que decirte, solo sé que necesito escribirte.

Han pasado años desde la última vez que nos vimos, desde que te fuiste sin decir nada, desde que me dejaste, desde el momento en el que tuve que afrontar mi primera rotura de corazón. Te fuiste llevándote mi vida contigo, me arrebataste la sonrisa, el brillo de los ojos, me quitaste la alegría, esa que llevo intentando recuperar desde hace mucho.

Siempre pensé que era la única persona en el mundo tan rota, y la más desgraciada pero después las conocí a ellas, muchas veces pienso que son ángeles que tu abuelo y el mío me mandaron. Tan únicas, con sus cosas, sus problemas, pero aún así intentaron salir adelante, intentaron seguir con su vida y remediar sus problemas, una rotura no es fácil de superar, pero una muerte, una infidelidad y una violación menos.

Sé que si las hubieras conocidos te encantarían cómo son, os llevaríais muy bien, siempre les hablo de ti, de tu sonrisa de tus frases, de la forma en la que me mirabas y ya no lo haces.

Me dicen que te tengo que olvidar, que igual que en su momento me ayudaste a brillar ahora me estás apagando pero yo quiero negarme, necesito volver a Barcelona y tal vez si el destino quiere volver a verte, necesito verte agarrado de la mano con una chica que no sea yo para darme cuenta que tú me olvidaste y yo hacer lo mismo.
Porque aunque te quiero, sé que tengo que dejarte ir si eso hará que estés feliz aunque no sea conmigo.

Me duelen todos los días, te lloro todas las noches, te escribo una frase cada semana, pienso en ti a cada hora pero lo peor es que extraño tus besos a casa segundo.

Ali intentó hablarme de ti pero me negué, quiero preguntar por ti pero me niego a hacerlo, mi corazón dice que si pero mi cerebro no, y aunque por fuera parece que estoy bien por dentro estoy rota, nunca pensé que yo sería esa persona rota, que perdería mi eterna sonrisa.

Tal vez el error lo cometí yo, tal vez yo soy la culpable de que estemos así, pero hubiera preferido que me lo dijeras a la cara saber cuál fue mi fallo, prefería eso a que te fueras así sin decir nada como si fueras un fugitivo y yo tu justicia, tu cárcel.

Pensé en coger un avión e ir hasta Manchester para preguntarte el por qué, pero me di cuenta de que no era lo correcto, que no tenía que arrastrame tanto por un chaval que si se fue así es por algo, y que tal vez nunca le importé.

No te voy a culpar de nada sin saber que pasó, no te lo voy a reprochar porque supongo que como todo, sería por algo y me hubiera gustado saber el que.

Tus decisiones son tuyas aunque también me afecten a mí, aunque nos incluyan a nosotros.

Quise ser tanto contigo y ahora veo que no somos nada que solo pensarlo me duele. Me duele pensar en lo que pudimos ser y no fuimos. Duele pensar que tal vez tu ahora estés con otra sonriendo y yo estoy aquí sin poder superarte, buscando en los ojos de otros los tuyos sin éxito, soñando que vuelves a buscarme y que me dice que me quieres.

Me encantaría poder decir que te odio pero no puedo, ojalá poder decir que las lágrimas que ahora caen por mis ojos fueran de rabia y no de tristeza. Hay tantos ojalá y me gustaría que solo son eso, que nunca llegarán a ser verdad.

Porque aunque cuando te conocí pensé que serías lo más bonito de mi vida, ahora pienso que eres lo más triste, aunque a veces recuerdo los buenos momentos y pienso que contigo aprendí a vivir. O mejor dicho tu me diste vida aunque luego me la quitaste y ahora son ellas las que están intentando que vuelva a vivir.

Vivo en un piso en el centro de París desde el que puedo ver la Torre Eiffel, son cuatro paredes en las que se oyen lamentos.

Gritos de dolor de Amance por la perdida para siempre de su amor.

" Pierre mon cœur, ma vie et maintenant mon étoile."

Susurros de tristeza de Evi por su engaño.

"Ich habe dich geliebt und du hast mich betrogen, wie kann ich jetzt jemandem vertrauen, Fill?"

Pesadillas de Dolunay con la peor noche de su vida.

"Sie nahmen das einzige, was ich besaß, sie ließen mich innerlich und äußerlich bluten."

Y mis lamentos por tu abandono.

" Deixachesme, marchaches, pero eu  quedeime querendote. Como lle explico ao meu corazón que non vas volver, Éric?"

Y así es como todo el mundo esconde algo que solo descarga entre cuatro paredes, cuando vives con alguien es para escuchar sus problemas y que ellos escuchen los tuyos. Pero además para pasar todas las alegría juntos.

" Hay un chico muy mono en mi uni, hemos quedado para cenar"
- Amance.

" No tengo muy claro si voy a conocer el amor pero hay cierto español que está muy bueno."
- Evi.

" Voy a volver a Turquía y voy a denunciar lo que pasó, voy a luchar por mis derechos, y por encontrar a alguien que si me trate bien y me cuide."
- Dolunay.

" ( Y yo no sé qué poner, porque no avanzo, así que solo me queda volver a Barcelona este verano y ver que surge ahí)"
- Uxía.

* Traducción de las frases:

- " Pierre, mi corazón, mi vida y ahora mi estrella."

- "Te quería y me traicionaste, como confío ahora en alguien, Fill?"

- " Me arrebataron lo único de mi propiedad, me dejaron sangrando por dentro y por fuera."

- " Me dejaste, te fuiste, pero yo me quedé queriéndote. Cómo le explico a mi corazón no vas a volver, Eric?"

Espero que os haya gustado el capítulo, un poco profundo pero creo que era necesario conocer un poco a Uxía y a las chicas, sobre todo a Evi. Un saludo y empieza la cuenta atrás, a esto ya le queda muy pocos capítulos.