Capítulo 12

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El clima era muy frío, el castillo estaba en un silencio absoluto, especialmente en la sala principal, en los pasillos solo se escuchaban pequeñas gotas de agua que caían del techo.

El príncipe Scourge se encontraba habitualmente en la sala principal, acomodado en su trono como cada mañana, leyendo algunos pergaminos en silencio. Los caballeros no hacían mucho, solo estaban de pie en el marco de la puerta esperando las próximas órdenes de su alteza.

El sonido de unos tacones caminando por estos interrumpió el mutismo, el cuál también llamó la atención de los presentes. Una murciélago con una túnica color violeta se hizo presente entrando por la puerta, traía algo de prisa.

—Su alteza, tengo que hablar con usted sobre un tema importante. —Se detuvo un minuto en el marco de la puerta.

El príncipe, el cuál tenía su cabeza recostada sobre una de sus manos, miró a la recién llegada con aburrimiento e hizo un gesto con una de sus manos para que ingrese más adentro.

Al parecer la recién llegada interrumpía su dolor de cabeza de las mañanas.

La murciélago caminó por la sala hasta llegar donde estaba el príncipe sentado en su trono.

—Con su permiso alteza, quería notificarle que aún no hay registros de informes del infiltrado que mando al reino de Arthur —exclamó.

—¿A que te refieres con eso, Rouge? —El príncipe se acomodó, se sentó correctamente y se puso en una posición de interés, con un gesto de disgusto en su cara.

—El infiltrado, no ha mandado hasta ahora ningún avance en su objetivo, alteza —respondió Rouge, muy decidida sin balbucear, a diferencia de la mayoría de los caballeros, ella no tenía temor del príncipe.

—Entiendo, según tengo entendido, pasó una semana desde que fue enviado ¿no es así? —preguntó Scourge a la murciélago.

—Es correcto.

—Entonces, esperemos resultados en las próximas semanas Rouge, no seamos impacientes —dijo Scourge, volviéndose a recostar en su trono.

—Alteza, si el infiltrado no cumple con su objetivo, debemos de pasar al designio "alius"

—¿Por qué habría de pasar de designio? el infiltrado aún no termina su tarea —dijo Scourge con disgusto.

—¿Y si no cumple? —Rouge se cruzó de brazos elevando un poco la voz.

—Si no cumple, me encargaré personalmente de que tenga su merecido y pasaremos de designio, ¡¿está claro Rouge?! —respondió elevando la voz, las preguntas de la murciélago estaban colmando su paciencia.

—Claro alteza, me retiró —respondió Rouge sin inmutarse, en cuánto volteó y dió la espalda al príncipe, rodó los ojos por sus comentarios y una expresión de desagrado.

La habitación volvió a estar en silencio, Scourge se quedó algo pensativo de su conversación con la murciélago, se puso de pie de su trono y caminó afuera de la habitación, dirigiéndose a los pasillos, ambos caballeros que se encontraban en el marco de la puerta no esperaron más a seguirlo.

El erizo abrió una puerta, una habitación muy oscura y empolvada, en la cuál había un gran ventanal con vista hacía el jardín lleno de plantas secas por falta de agua, además de hiedras que se extendían por todo el muro.

Él se sentó en la silla y agarró una hoja de pergamino en blanco de papel que se encontraba encima.

—¡Tinta en este momento! —gritó desde su silla e inmediatamente un caballero del marco de la puerta, corrió hacía la estantería, dónde sacó un tintero y una pluma de escritura, posicionándolos sobre la mesa.

A pesar de la guerra | SonamyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora