Capítulo 15

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Llovían levemente pequeñas gotas de lluvia que apenas dejaban marcas mojadas en el suelo, el cielo estaba algo nublado dejando espacios donde la luz del sol podía entrar y el sonido de los cascos de los caballos golpeando el suelo.
Las carrozas estaban llevando a los miembros de la familia real de Arthur y otras llevando las armas necesarias para el torneo.

Los caballeros seguían cabalgando a través del gran bosque, las hojas de los árboles se movían de un lado a otro por el viento frío que corría.

Sonic seguía montando el caballo que jalaba el carruaje de la alteza, mientras observaba con detalle el bosque, le parecía muy grande y con mucha vida.

—¡Ya estamos a unos minutos! —gritó Espio desde el principio de todo el grupo.

"Ya era hora" pensó para sí mismo mientras seguía galopando, hizo un estiramiento de espalda, estaba mucho tiempo sentado, necesitaba estirar las piernas en cuanto llegasen.

Finalmente podían divisar a lo lejos, una construcción hecha de piedra en lo alto de una colina y debajo marcaba el final del bosque, con un gran espacio despejado, se encontraron con varios soldados anteriormente enviados para armar las tiendas en las cuáles estarían los expectantes de dicho evento, a su vez vallas para los mencionados.

—¡Los que traen consigo carretas con armas y demás quédese para armar todo, los caballeros que llevan a la familia real, lleven a su majestad a la residencia! —gritó un caballero, encargado del evento, señalando los lugares dichos.

Sonic obedeció y llevó al caballo con la carroza hacía un camino algo estrecho por el cuál se llegaba hacía la residencia.

Al llegar jaló la rienda del caballo para que este se detuviese; de un salto bajó del caballo, por fin estirando su cuerpo por completo, mientras los demás caballeros, que llevaban al rey y su cuñada, Igualmente detuvieron a sus caballos para hacerlos bajar.

Sonic sacó una zanahoria de su bolsillo y se la entregó a su caballo, el cuál rápidamente mordió, estaba agotado por el viaje al igual que su cochero.

El erizo tocó la puerta del carruaje antes de abrirla, pero no había respuesta alguna, volvió a hacerlo, pero el resultado era el mismo.
¿Por qué Amy no abría la puerta? Sonic supuso que sería porque se había quedado dormida en el transcurso del viaje, aunque podría tratarse de otra cosa.

Espero unos segundos y finalmente abrió la puerta del carruaje, efectivamente, había acertado con su suposición.

Amy se encontraba en un profundo sueño, apoyando su cabeza sobre el asiento. No sabía si debería de despertarla, parecía estar muy tranquila y cómoda, aunque estuviera durmiendo en un carruaje viejo y empolvado.

Trató de moverla levemente para que se despertará del sueño que tenía. Al no tener resultados, volvió a hacerlo un par de veces más, con cuidado para no hacerlo con mucha fuerza.

En unos segundos escuchó un bostezo de parte de la eriza volteando su cabeza, haciendo unas muecas de sueño.

—Parece que la bella durmiente por fin despertó —bromeó Sonic apoyándose sobre la puerta de la carroza, mientras colocó su cabeza encima de la de la eriza, a unos cuántos centímetros para que ella lo escuchara mejor.

Amy al escuchar la voz del erizo, rápidamente abrió los ojos y de un movimiento se levantó, haciendo que su cabeza y la de su contrario chocaran entre sí. Ambos se quejaron del dolor.

—¡Ay! Lo siento Sonic. —Amy dirigió su mirada hacia él mientras sostenía su cabeza para calmar el dolor del impacto.

—No no, fue mi culpa —respondió Sonic mostrando una sonrisa nerviosa, poniendo una de sus manos en su nuca.

A pesar de la guerra | SonamyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora