Amy se levantó de la mesa, agarró una servilleta y se limpió la boca, había mucho silencio en la habitación y eso no era especialmente algo que le gustara, salió del comedor para dirigirse a su habitación para alistarse para la "visita".
No sabia de quién se trataría, pero tenía en mente a algunas personas. Quizá algún familiar que venía de visita o algo parecido.
Se arregló con un vestido color amarillo pastel de su armario junto unos tacones, agarró el cepillo de madera encima de su mesita de noche y empezó a cepillarse sus púas rosadas.
Se sentó sobre el borde de la cama, empezó a parecerle extraño que su padre no se haya presentado en el desayuno, pero no se preocupaba mucho por eso, sabía que él tenía cosas más importantes que hacer.
El sonido de la puerta la hizo voltear, dejó el cepillo y se acomodó el vestido.
—Adelante —dijo Amy poniéndose de pie para recibir a la persona.
De la puerta entró una criada dando una reverencia a Amy.
—Alteza, Lady Arlens llegó. —La criada se hizo a un lado para hacer pasar a la antes mencionada. Ingresó entonces una gata morada con un bello vestido lila con una sonrisa al ver a Amy.
—¿¡Blaze!? —La eriza caminó hasta la gata mostrando asombro por su repentina visita.
—Amelia ¡ha pasado tanto tiempo! —Blaze abrió sus brazos para darle un abrazo a su amiga.
—¿Cuánto? ¿Unos cuatro años? —Amy correspondió el abrazo.
—Sí, ha sido difícil desde el inicio de la querella con Henry —precisó, suspirando pesado y desviando la mirada.
Amy también bajó la mirada al recordar los sucesos hace tanto tiempo, Blaze era hija del duque y la duquesa Arlens, su familia siempre tuvo un lazo estrecho con la realeza de Arthur, eran muy cercanos, pero desde el inicio de la guerra tuvieron que dejar de presentarse en castillo de Arthur para ponerse a salvo de los ataques e irse hasta su morada en las afueras.
La gata al notar que la expresión de Amy cambió a una triste, formó nuevamente una sonrisa y subió la mirada a la eriza.
—Pero ahora podemos vernos nuevamente, dime ¿Qué ha pasado en este tiempo? Hay que ponernos al día —sonrió Blaze.
—Claro, ven toma asiento. —Amy la llevó hasta la mesa circular alámbrica.
Ambas se sentaron en las sillas, una mucama ingresó para servirles a las dos una taza de té con postres para platicar un rato. Agradecieron y bebieron despacio la bebida para evitar quemarse.
—¿Y por qué viniste al castillo? —preguntó la eriza agarrando la taza en sus manos.
—¿No puedo visitar a mi amiga de la infancia? —preguntó, ambas rieron.
—Claro que puedes, pero me refiero, ¿Por qué tan repentino? Esperaba una carta de ti desde hace meses.
—Disculpa, sé que prometí eso pero estuve ocupada con un nuevo compromiso y...
—¡¿Estás comprometida?! —interrumpió Amy sorprendida al escuchar a la gata.
—Aún no, pero no estoy del todo convencida con el hijo del vizconde, mis padres dijeron que piense bien un compromiso por los beneficios que obtendrá mi familia.
—Lo entiendo. —Amy removió su té y tomó un sorbo.
—Bueno ¿Y me vas a hablar del afortunado? —preguntó pícara la contraria.
—¿Afortunado? —Amy se puso nerviosa, ¿De quién hablaba? A su mente vino el erizo azulado. ¿Se había enterado de Sonic? ¡¿Cómo?!
Trató de guardar la compostura y de no pensar tanta preguntas y seguir escuchandola.
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A pesar de la guerra | Sonamy
Romance⋆: ・ 𝓐 𝓹𝓮𝓼𝓪𝓻 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓰𝓾𝓮𝓻𝓻𝓪 ⋆。˚ • Siempre hubo conflictos entre el reino de Henry y el de Arthur, aunque ya hayan pasado más de diez años del suceso, el rencor que se tienen el uno con el otro es evidente. • Esto perjudica a un erizo a...